REVOLUCIÓN DE INGLATERRA.
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taba dispuesto
á
admitir sus ren uncia . Pero les con–
j uraba, como caballeros
y
soldados,
á
no imitar el ver–
gonzvso ejemplo de Cornbury. Todos parecian con–
movidos
y
ninguno tanto como Clurchill. Él fué el
primero en protestar, con bien fingido entusiasmo,
que estaba pronto
á
derramar la última gota de san-
.gre en servicio de su augusto amo; Grafton pronunció.
con igual calor y vehemencia protestas emejnntes,
y
u ejemplo fué seguido por Kirke y Trelawney (1).
LI.
OLIClTAN LOS LORE Q E SE Or VOQIJE U
PARLAMENTO.
Engañado por tale manife tacione , el Rey se dis–
puso
á
marcllar
á
ali bury. Antes de su partida supo
que gran número de Lore
temporales
y
e pirituales
d
aban se le concedic e una audiencia.
inieron,
n
f
cto, con
'ancroft
á
la
abeza,
á
presentar una
peti ión, en la cual olicitaban e convocase un Par–
lam nto libre y legal,
y
qu
e entabla en negocia–
ciones con el Pr!ncip de Orange.
o deja de ser curio a la historia de esta petición. La
idea paree hab r e ocurrido
á
un tiempo
á
do gran–
des jef s de partido, deEde hacia mucho, enemigos y
rival s: Roche
t
r y Halifax. Ambos con ultaron se–
paradamente
á
los Obi po , y é to acogieron Ja idea
on
ntu ia roo . Propúso e entonce convocar una.
reun ión en ral de Lore para deliberar la forma en
qu habian d dirigir e al Rey. Era el
ti
mpo de la
e ione judiciale , y en
tal
poca lo hombre de alto
larke.
\'ida de Jacabo JI,
219, Mem. orig.