egs
LORD MA AUJ,AY.
g untó por qu6 se
ncerraba de aquel modo. Él r s–
pondió que la vlllau ía de u hijo le habla llenado do
confu ión. Ana par ció no compr ndor tal senti –
miento,
y
dijo:
«El pueblo mira con g1·a11 inquietud el ¡ia–
pismo ,
y
C1'CO
q?w niuclws '.del
ejé1·cito
obl'aníni como Coni--
fnwyn
(1).
·
En tan to el Rey , ll eno de in qui tud, convocaba
á.
los principales oficiales que aun e1-1taban en Lo 11 -
dres. hurchill, que por
te tiempo habí a as ond i–
do
á
lugarteniente g n ral, se pre ntó con aquella
inal terable
renidad que ni el peligro ni la infamia
podían hacerle perder. A istia tambi n
á
Ja r unión
Enrique Fitzroy, duque de Grafton, qu se di tinguía
por su audacia
y
actividad entr
todo Jos hijos natu–
rales de
arlo
n.
Grafton era corouel del primer r -
g imiento de guardias de
á
pie.
egúo parece, n
t
tiempo e taba compl tamont sometido
a
Ja influen–
cia d
hurchill, hallándo e di pu sto á nbundouar
l
standarte Real tan pronto se pr eutase ocasión
fu–
vorabl . Había otro do
traidor
tamb én ntre lo
reunido , Kirke
y
Trelawney, que mandaban aque–
llas d_o
f
roces
é
indisciplinadas bandas conocid11S
á
Ja sazón con el nombre de r gimíento de Táng r .
omo otro oficiale pro stao tes del
J
rcito, aro boa
hablan vi to con gran d' gusto la parcialidad mo -
trada por 1R
y
á
lo mi mbros de u Jg l sia, y Tre–
lawney recordaba con amargo res ntimí nto la p r-
ecu ióu
ue
u hermano 1 bispo de Bri ol.
.Ja
obo
e dirigió á la A mbl a en t ' rmioos dí roo· de m jor
ujeto
y
m Jor ca.u a
~uy
bí o podía uc d r,
1jo ,
que aJguoo oficiale
tuvieran e crúpuJo de con ien–
ia en pelear en u d f n a.
uanto
e hall
en en
te aso podían renunciar
é.
us empleos, que ' les-
(1)
Diario dt Clurendon.
nov.
15.16, 11y20, 1