REVOLUCIÓN DE INGLATERRA .
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o hac'la muchas horas que se había embarcado el
Príncipe, cuando empezó
á
soplar viento favorable .
El 19 la flota se hizo
á
la vela, y ayudada por fuerte
brisa atravesó casi la mitad de la distancia que media
cutre las costas de Holanda
é
Ingfaterra. Entonces
cambió el viento, sopló con fuerza del Oeste, y llegó
á
convertirse en violenta tempestad. Los bajeles, se–
parados por la tormenta y con gran trabajo, ganaron
como pudieron la costa 0.e Holanda. El
B1·ill
llog·ó
á
Helvootsluys el clia 21. Los compañeros del Prí ncipe,
habian observado, con admiración, que ni el peli gro
ni el despecho habiau alterado por un momento su
compostura.
na voz en puerto, aunque estaba ma–
rcado, e negó
á
ir
á
tierra, pues imaginaba, que per–
manecerá bordo equivalia
á
notificar, de la manera
má terminante,
á
toda Europa, que la reciente des–
g racia sólo había dilatado, por muy poco tiempo, la
ejecución de sus planes. A los dos ó tres días la flota
volvió
á
reunirse. Sólo un bajel se había ido
á
pique.
No faltal;lan ni un soldado
ni
un marinero. Habían
nuerto algunos caballos, pérdida que reparó el Prín–
ipe en s guida, y antes que la
Gaceta de Loni/;res
hu-
biese publicado la noticia del desastre, ya estaba otra
vez pronto
á
hacerse
á
la vela (1).
(1)
Gaceta de L ond re
•
oct. 29, 168
¡
Burnet,
1,
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Bentinc/c
á
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esposn,
oct. 21 (91), 22 (nov. 1). 24 (nov. 9)
y
27 (nov. 6), 1688.