REVOLUCIÓN DE INGLATERRA .
',[j7
Pares espirituales
y
temporales que por casualidad se
hallaban en la capital ó cerca de ella, los jueces , lo
abogados de la Corona, el Lord Mayor
y
los aldermen
c;le la ciudad de Londres. Habíase indicado al Padre
Petre que haría bien en ausentarse, pues, en efecto,
pocos lores hubieran querido sentarse
á
su lado. Junto
á la presidencia se había colocado un g1·an sillón para
la Reina viuda. La Princesa Ana había sido también
Invitada á asistir, pero se había excusado fundándose
en el mal estado de su salud.
xxxvm.
PRUEBAS DEL NACHúlENTO DEL PRiNClPE DE GALES SOME –
TJDAS AL CONSEJO PRIVADO.-CAIDA DE UNDERLAND.
Anunció Jacobo á esta gran asamblea que conside–
raba necesario prt'!isentar la pruebas del nacimiento
de su hijo : Lo
artificios de los malvados habían en–
venenado de tal modo el espíritu público, que multi–
tud de personas creían que el Príncipe de Gales era
supuesto hijo .del Rey. Pero la Providencia había
magnánimamente ordenado las cosas de tal modo
que apena había Príncipe que hubiera venido al
mundo en presencia de tantos testigos . Presentá–
ronse entonces los testimonios aludidos,
y
cada uno
prestó su declaraci6n. Después que toaos hubieron de–
clarado, Jacobo manifestó , con g rnn solemnidad, que
la acusación lanzada. contra él era completamante
falsa,
y
que antes moriría mil veces que perjudicar á ·
ninguno de sus hijos.
Todos los presentes parecieron quedar convenci–
dos. Publicáronse inmediatamente los testimouios.
TOMO
lV
17