REVOLUCION DE INGLATERRA.
253
XXXVII .
SON MAL RECIBIDA
US CONCESIONE .
LisonjeálJase Jacobo de que tan g rande
concesio–
nes, hechas en el corto espacio de uu mes, le devolv -
rían el afecto de su pueblo. Y no puede dudarse que
tales concesiones hechas antes que se temi ese una
invasión de Holanda bubi eran
ido ele gran impor –
tancia para conciliarle el afecto do los toríes. Pero
no deben esperar g-ratitud los g·obermmtes que dan
al temor lo que han rehusado á la ju ticia. Durante
tres años habíase
100
trado el Rey sordo á razones '
súplica . Uuantos Min i tros se hablan atrevido
á
le–
vantar su voz en favor de la con titucióu civil
y
ecle–
siástica ·del reino, habían tenido que abandonar el
poder. Un Parlamento eminentemen te leal se había
aventurado
á
vrotei;tar humilde
y
respetuosamente
contra una violación do la leyes fundam ntales de
Inglaterra, y había sido severamente repr ndido, su, -
pendidas las
esiones,
y
al fin disuelto. Unos tras
otros habían sido destituidos los jueces, por negarse
á
emitir fallos en oposición con la ley natural
y
el
código civil. Los más respetables
GaJJalle1·os
habían
sido excluidos de toda participación en el gobierno
de ·sus condados, por negarse á hacer traición
á
la,
libertades públicas. Multitud de clérigos habían
sido
privados de los beneficios
á
que debían la subsisten–
cia, por ólo cumplir sus juramentos. Pr lo.dos
á
cuya
inquebrantabl
fidelidad débía ol Rey la corona, 1