REVOLUCIÓN DE INGLATERRA.
217
principales objetos era evitar los horrores de tal per-
. secución.
i salía bien en su empresa, emplearl a el
poder que de ese modo alcanzase, como j efe y cabeza
de los intereses prote tantes, en proteg·er á lo miem–
bro de la Igl esia de Roma. Tal vez la excitación de
las pasiones, producida por la tiranía de Jacobo, no le
permitiese borrar las leyes penales del libro de Esta·
tutos; pero aquellas leyes serlcm mi tigadas por me–
dio d una blanda admin istración.
1
i nguna clase ga–
naría más realmente con la expedición propuesta, que
aquell o pacíficos católico
in ambición, que sólo
des ·aban egui r sus doctrinas y adorar
á
su Dios sin
que les molestasen. Lo
que únicamente perd\3rian
serian lo Tyrconnels, los Dovers, los Albevilles y los
demá a entureros políticos que,
á
cambio de adula–
ciones
y
malos consejos, habían obtenido de su cré–
dulo amo, gobiernos, reg·imientos y embajadas.
U
PREPARATIVO MILITARES.
Al mi rno tiempo que Guillermo trabajaba por con–
. eguir las simpatía de protestantes y católicos, des–
plegaba no menos vigor
y
prudencia en procurarse
lo recur os militare que la empresa requería.
o po–
dla hacer un d sembarco en Inglaterra sin contar con
111. sanción de la Provincia Unidas.
i pedia aquella
sanción antes de tenerlo todo pronto para la ej ecución
de la empresa, sus intenciones podrían
tal
vez er des–
baratada por la facción hostil
á
su Casa, y á no dudar
s rian divulgadas por el mundo entero. Resolvió, pues,
hacer sus preparativos con toda rapidez,
y
cuando y a