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REVOLUCIÓN DE INGLATERRA.
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de Lieja, Munster
é
Hildesheim, la mayoria era con–
traria á Francia. Luis XIV vió con indig11ación
y
alar–
ma que una extensa provincia que había empezado
á
mirar como feudo de su corona, estaba á punto de
hacer.seno sólo independiente, sino hostil á su poder.
En un documento escrito con g ran acritud se quejó
de la injusticia con que Francia era tratarla en todas
ocasiones por aquelJa Sede que debía extender pro–
tección paternal á todos los pueblos de la Cristiandad.
Vióse manifiestamente por.muchas señales que estaba
firmemente resuelto á sostener con las armas las
pretensiones de su candidato contra el Papa y sus con–
federados
(1).
XX.
HÁBIL CONDUCTA DE GUILLERMO.
De este modo Luis XIV, por dos opuestos errores,
se granjeó á un tiempo el resentimiento de los dos
partidos religiosos que dividían la Europa occidental.
Habíase enajenado una gran parte de la Cristiandad
por perseguir á los hugonotes, y se enajenó la otra
por insultará la Santa Sede. Cometió estas faltas en
ocasión tal, que ninguna falta podía cometerse im–
punemente, y á la vista de un contrario á quien en
vigilancia, sagacidad y energía ningún estadista,
cuya memoria haya conservado la historia, aventajó.
Vió Guillermo co11 templada alegria cómo trabajaban
(1) Burnet, 1, 759. El despacho de Luis XIV lleva la fecha de
21
de agosto
(6
de set.),
1688.
Se hallará en el
Recueii ctes 1'raités.
tom.
1v,
nY.m , 219.