Table of Contents Table of Contents
Previous Page  120 / 548 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 120 / 548 Next Page
Page Background

106

LORD MACAULAY .

presentarle una humilde solícitud. S.M. se mostraba,

pues, de muy bu en humor. Cuando se arrodillaron

ante él les mandó levantarse con g ran amabilidad,

y

tomando el papel de manos de. Lloycl. , dijo:

u

Esta letra

es de Milord de Cante1·b1t?·y.-Sí, sefio?", suya es, en efecto,.,

fué la respuesta. Jacobo leyó la petición, la dobló y

su rostro se oscureció.

«Esto me sorprende en extremo .

dij o;

no esperaba esto .de v1iestra Iglesia , y especialmente de

algunos de vosotros. Esto equivale á desplega1·

el

estandarte

de rebelión.>•

Los Obispos prorrumpieron en vehemen–

tes protestas de lealtad; pero el Rey, según su cos–

tumbre, repitió las mismas palabra!> una

y

otra vez.

"Os (ligo que este es wi e:;tandarte de rebelión. -¡Rebelión!

excla.:nó Trelawney, cayendo de rodillas.

Por Dios,

se11,01·; ?W digáis de nosotros cosa tan cruel. Ningún Tre–

lanme11 puede se1· 1·ebelde. R.Jco1·dad que mi jiimilia ka pe–

leado 2101· la Corona . Recuerde V.

Jlf.

cómo le serví cuando

J>f oumoutli estaba en el Oeste.-Nosotros kernos ve1icido la úl–

lima rebelión y no levantaremos otra,

dijo

Lakc .- ¡Rebeldes

nosotros!

exclamaba Turner.

Estamos pi·ontos á morir

á

las plantas de V. AI. -&ñor,

dijo Ken , en tono algo más

varonil,

eS)Jero qite

V.

M.

nos conceda aq1iella libertad de

conciencia qtie concede

á

todos.,,

Jacobo en tanto seguia

repitiendo:

«..Esto es una n belión, esto es

1m

estanda1·te de

rebelión. ¿Cuándo se ka visto kasta akora que ning1ín bue?i

anglicano ltaya·z;uesto eit duda la pren·ogativa de disz;ensa?

¿Por ventm·a algunos de vosotros no la !tan dejendido con

sus sennones y sus esci-itosY Esto es 1tn estandarte de ?'ebe–

l-ión. Quiero que mi declaración se publitftte.-Respon–

dió Ken.

Tenemos dos deberes q1te cwrnplir; nuestro deóe1·

para con ])ios y nuestro deber para c01i V. M.

A

V. M. nos–

otros le honramos, JJet·o

tenemos temor de ])ios.

-

¿He

merecido yo esto?

dijo el Rey montando en cólera.

¡Yo, que tantas p1·11ebas

de

amistad ke dado

á

vuest?·a Igte–

sia! No espernlla taJ cond1ecta de algmtos de vosotros; es pre-