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LORD MACAULAY.
Iglesia anglicana para defender juntos las leyes fun –
damental es del H.eiuo. Entre los que más trabajaron
por formar esta coalición, se di tin guieron Baxter;
Bates y Howe, si bi e n el generoso entusi asmo que se
notaba en toda la secta puritana facilitó grandemente
•
la empresa. El celo de las ovejas sobrepujó aún al de
los pastores. Aquellos predicadores pre biterianos
é
independien tes qu·e se mostraban inclinados
á
unirse
con el Rey contra l.a Ig·Jm;ia anglicana, fueron adver–
tidos, i;,on toda claridad , que de no cambiar de con–
ducta, sus congregaciones se negarlan
á
oírles
y á
pagarles. Alsop, que se había liSOI!j eado ae poder lle–
vará las filas de la Corte un gran número de discípu–
los suyos, viéndose de pronto convertido en objeto
de desprecio
y
aborrecimiento para aquellos que n o
ha mucho tiempo le miraban con la reverencia de–
bida á su guía espi ritual, cayó presa de profu nda
melan col ía
y
se ocultó lle la vista del públ ico. Llega–
ban dipu taciones á visitar á muchos individuos del
clero de Londres, suplicándoles que no juzgasen de
los disidentes por las se rviles adulacion
Js
que recien–
temente llenaban la
Gaceta de Londns
y
exho rtándo–
les
á
que, ya que se hallaban en
la.
vanguardia de tan
g ran combate, di esen muestras de ánimo .-aronil en
defensa de las libertades de Inglaterra
y
de la
fo
confiada
á
lo
S(l,ntcs.
Todas e tas prote tas eran r ci–
bidas con alegría y g-ratitud, lo cual no impedía qua
fuese muy grande la ansiedad
y
lJluy diferente la
opinión de los que debían decidir
i
el domingo 20 de·
mayo se había de obedecer ó no el mandato del Rey.