REVOLUCIÓN DE INGLATERRA.
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de lo resta.nte. El Conde de Peter!}orough, á qui en se
mern;:ionaba injuriosamente en la
Relación
de Dan–
gerfield, alentado por el éxito de la información cri–
minal, llevó
á
Williams ante los tribunales, pidiendo
una gran indemnización . De e.ate modo se vió Wi–
lliams reducido á la última extremidad; pero enton–
ces precisamente
s~
le ofreció un modo de evitar el
peligto. Era en verdad tal, que todo hombre de con–
vicciones ó levantado espíritu lo hu))i era juzgad0 más
terrible que la indigencia, la prisión ó la muerte. El
camino que se ofrecía
á
Williams era venderse
á
aquel Go.bicrno, cuyo enemigo y cuya víctima habí a
sido.
Pod~la
ofrecer no detenerse ante n ing una valla
y atacar de todas suertes aquellas libertades
y
aque–
lla religión que un tiempo le inspi raban celo ºtan des–
ordenado. Expiaría su extraord inario amor al partido
whig, prestando servicios ante los cuales aun los más
fanáticos toríes, manchados con la sang re de Russell
y Sidney, retrocedían con horfor. La venta se ll evó
á
cabo . Perdonósele el ]Jago de
"la
cantidad que aún de–
bía
á
la Corona, y Peterborough, g racias á la media–
ción Real. renunció
á
su pretensión. Destitl.lyóse
á
Sawyer; Powis fué nombrado Fiscal· gen eral y Wi–
lliams.
Solicitor,
recibiendo la Orden de Caballería y
alcanzando muy pronto el favor del Monarca. Aun–
que por su di gnidad era el segundo oficial de justicia
de la Corona, su talento, saber y energ"ia eran tales ,
que anuló por completo
á
su superior
(1).
Aun no llevaba Williams mucho tiempo en su nue-
(1)
Gaceta de T.ondres.
15 de diciembre, 1681. V6ase el proCF.so
de Williams en la
Colección rle cansas de Estado.
Ronquillo dice :
· Ha hecho grande s usto el haber nombrado el abogado Will)ams,
~ue
fué el orado r
y
el más arrabiado de toda la Casa do los Comu–
nes en los últimos terril>!es
parlamen~os
del Rey difunto.• No–
viembre 21 (diciembre 7), 1681.