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LORD MACAULAY.
trabajo. Un fiscal , cuyo talento profesional era amen–
guado p'lr sus escrúpulos de conciencia, fué unido á
.un
Soticitor,
cuya falta de escrúpulos compensaba, en
cierto modo, su falta de conocimientos. Cuando el Go–
bierno deseaba defender la integridad de la ley acu–
día •á Sawyer, y cuando deseaba infringirla echaba
mano de Powis. Este arreglo duró hasta que el Re.y
obtuvo los servicios.·de un abogado que á un tiempo
reunió el ser más bajo que Powis
y
más entendido que
.sawyei· ..
Ningún leg·ista se había opuesto á las medidaE' de
la Corte con niayo1· exaltación
y
violencia que Gui–
llermo ·Williams. Durante el reinado anterior se había
distinguido entre los whigs exclus!oni tns, y cuando
la lucha se hallaba en la mayor efervescencia había
sido elegido Presiden
re
de la Cámara de los Comunes.
Después de la suspensión del Parlamento de Oxford
habíasele visto _¡¡iempre de abogado de los 'más exal–
tados demag·ogos acusados de sedición. Reconocía'n–
le todos generalmente gran ingenio
y
saber, atribu–
yendo sus principales defectos á exaltación
y
espíri–
tu de partido.
radie sospechaba todavía en él, defec–
tos en cuya comparación la exaltación y espíritu de
partido pud.ieran muy bien pasar por virtudes. El
Gobierno buscaba ocasión de perseguirlo, y fácilmen–
te la encontró. Había publicado Williams, por or–
den de la Cámara de los Comunes, una
Relación
escri–
ta por Dang·erfield.
Es~a
Relación,
á
haber sido pu–
blicada por un particular, hubiera sido indudabi e–
.mente calificada de libelo sedicioso. Empezó en el
Tribunal del Banco del Rey una información crimi–
nal contra Williams; invocó éste en vano los privile–
g ios del Parlamento; declarósele culpable, y fué mul –
tado en diez mil libras esterlinas. Pagó en el acto grau
parie de esta suma y suscribió un pagaí-é por valor