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I.ORD MA A LAY.
tud de la habitacionc o upada por la
g1mtry
o a
que habrían parecido imposibles
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milagro a. cuand
menos á los ingl se del
ig·lo xvn. o ob tant , Ja
importancia r lativa do e.
ta
antigua
apita!
d
condado no o ya ni ombra de lo que fu ; qu
otra
ciudades má nuevas, apenas rn ncionadas n la bi -
toriade los tiempos pasado de Ing'latcrra, qu
ar -
cian del d rocho de diputar r pre ntant
á
lo anti–
g uos Parlamento , se han elevado n nue tro día
ú
tan grande altura que nue tra g n ra ión la com•
templa con a ombro y orgullo , y con inquietud tam–
bién y basta con mi edo.
, XI.
?>IA
El ESTER..
Bien es cierto que la más importantes d estas ciu–
dades eran conocidas el siglo xvn como centros im–
portantes de industria, y cuyos rápidos prJgresos
y
opulencia xtraordinaria se dcscriblan
á
las veces en
un lenguaj e que parecerla ricli ulo
á
los que admiran
u actual g randeza. P ro cntr
todas, una do Ja
má pró peras ra Manchester. Hablala concedido 1
Protector el derecho do nombrar un diputado qu
la representara en el Parlam nto, y alguno e cri–
to'res de la · poca de Carlos II la citaron como ciu–
dad laboriosa y opulenta. Medio siglo hacia entonces
que importaba Mancbester el algodón de Chipre
y
do
Smirna; pero aun no habla alido de la infancia su
industria manufactur ra, ni en cñado Wbitney los
medios de obtener Ja primera materia en cantidades
casi fabulosas,
ni
Arkwright tamppco
á
trabajar e a