REVOLUCJON ,DE INGLATERRA.
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nos de la fábrica, sirviéndolas con un excelente bre–
baje, compuesto de los mejores vinos de España,
al que se.daba en todo el reino el nombre de leche de
Brístol. Sostenia este lujo lucrativo comercio con los
plantadores de América del Norte y las Indias Occi–
dentales; y era tan grande la pasión por·el comercio .
colonial, que no había tendero en la ciudad sin paco -–
tilla embarcada en algún buque á la vela para Virgi–
nia
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las Antillas. No eran, á decir verdad, algunas
de estas pacotillas de la mejor especie. Porque, como
hubiera mucha demanda de obreros en las posesiones
trasalánticas de la Corona, y se ocurriese á esta nece–
sidad por un sistema d.e reclutamiento y de leva es–
pecial en los principales puertos de Inglaterra, en
ninguna parte se practicaba como en Brlstol, no
avergonzándose los primeros magistrados de Ja ciu–
dad de adquirir riquezas por medios tan odiosos.
En cuanto al número de casas de Brístol, según las
estadísticas del impuesto de fogaje, parece haber sido
de cinco mil trescientas en 1685; y como no puede
suponerse que el número de habitantes fuera mayor
en una casa de Brlstol que en una casa de la
city
de
Londres, y en ésta se sabe de buen origen que había
cincuenta y cinco personas en cada grupo de diez
casas, la población de Bristol constaba, pues, próxi–
mamen te de veintinueve mil almas (1).
(1) Véase el
Bvelyn•s .Dia.-y,
2'i de junio de 1654.
Pepys's .Dia•·y
13 de junio de 1668. Roger North,
Lives o{ lord J!eeper Gildford, an
o{ !ir .Dudley Norlh.
Petty,
Polilical Arithmetic.
Me he servido de
los datos de
Pet.ty;mas, antes de sacar consecuencias de ellos, he
tomado por guías á King y á Davenant, que, sin ser más hábiles
que él, tienen la ventaja de haber vivido
de~pués
que
él.
En
cuanto á los secuestros que constituían la infamia de Bristol,
véase á North,
Lífe of Gildfo>"d,
121y126, y el discurso de Jeffreys
a
este propósito en su
Impa.-tial hutory o{ his lif• and death,
im-