REVOLUCIÓN DE INGLATERRA.
193
sido desterradas por la policía sanitaria. La duración
media de la vida humana ha aumentado en todo el
reino, y especialmente en las ciudades. El año 1685
no era contado como de 10s peores,
y
sin embargo,
mmieron má de uno par cada veintitres habitantes
en la capital (l). Actualmente la mortalidad es de
uno por cada cuarenta anualmente. La diferencia de
salubridad, entre el Londres del siglo
x1x
y el del
siglo
XVII,
es mucho mayor que la diferencia del
Londres en circunstancias ordinarias ó azotado por el
cólera.
Más importante es aún el beneficio que todas las
clases de la sociedad, y especialmente las más humil–
des, deben
á
la benéfica influencia de la civilización
en nuestro carácter nacional. Cierto que en el fondo
ha permanecido el mismo por espacio de muchas
generaciones, en el sentido en que podría tlecirsc
que el carácter de un individuo es el mismo cuando
irreflexivo
y
turbulento estudiante que mucho des–
pués, cuando, ya hombre, ha terminado completa–
mente su de arrollo. Con verdadero pla<.:er notamos
que el carácter del pueblo ing·lés se ha dulcificado
á
medida que avanzaba en su desarrollo, y que en
el trasclll'SO de algunos siglos nuestro pueblo es no
ólo más culto sino también más humano. Apenas se
hallaría una página de la historia ó de la litei·atura
lig·era del siglo xvu que no contuviese alg·una prueba
de que nuestros antepasados eran más crueles que su
posteridad. La disciplina de los talleres, de las escue–
las, de las familias, sin ser más eficaz, era infinita–
mente más rigorosa que al presente. Personas bien
nacidas y de buena educación acostumbraban á pe-
(1) El número de defunciones aquel año llegó
á
:.!U.222. Petty,
Political Aritl1mo1ic.
TOMO II.
13