REVOLUCIÓ
DE l ' GLATERRA.
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de orgullo para nuestros antepasados con que la pos–
teridad apenas había de simpatizar .Llamósele plaza de
Monmouth mientra
la· fortuna sonrió al Duque de
aquel nombre
y
que en el lado Meridional se edifi–
caba sl,l palacio. La fachada de este edificio, aunque
no de muy buen gusto, era de aspecto grandioso y
estaba ri camente adornada. En lo interior ostentaban
los muros de los pincipales departamentos hermosos
trabajos de talla, representando frutas, · follaje
y
tro–
feos; las colgaduras eran de satín bordado
(1 ).
De de
hace mucho tiempo ha desaparecido ha ta la más leve
huella de tanta magnificencia, y ni una sola man–
sión
aristocrática se levan ta hoy en aquel sitio, un
tiempo residencia favorita de los aristócrata . A poca
distancia al
1
orte de Holbor u, y tocando ya con los
campos sembrados de trigo ó destinados al pa to, se
levantaban do famosos palacios, provisto cada uno
de magnifico jardín. Uno de ellos, llamado enton–
ces
outhampton-House,
y
más adelante Bedford–
House, desapareció hace unos cincuenta años para
dejar sitio
á
una nueva ciudad, que con sus calles,
plazas é iglesias ocupa ahora va ta extepsión, fa–
mo a en el sig·lo xvu por sus melocotones y las
agachadizas que allí so criaban. El otro, célebre por
su
fre cos
y
sus muebles, era el palacio de Monta–
guc, que ardió basta los cimientos pocos meses des–
pués de la muerto de Carlos II, sucediéndole, en
muy poco tiempo
y
en el mismo sitio, nuevo pa–
lacio Montag·ue aun más magnífico que el ante–
rior, y que habiendo reunido por espacio de muchos
años n su recinto tan variados y preciosos tesoros
do art , de ciencia y de cultura como tal vez nunca
(1) Chamberlnyne,
State o{
Englcmd,
16~.
Pennant•s
London,
l:lmiLh'a
Li(e o( Nollehms.