EL PUMA Y EL ZORRO
Cuento de Pomabamba,
Ancash.
y
sucedió que un zorro grande y
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sabido hacía muchos males en el valle. Se
co~
mía las calabazas de los sembríos, destrozaba las sementeras. a tal punto, que
de~
cidieron los campesinos darle caza. Después de muchos afanes lo coparon y cayó
pre~
so. Le pusieron una cadena al cuello y así sujeto se lo llevó a su casa uno de los
cam~
pmeros.
Plantó una gruesa estaca bajo la ramada y allí amarró al zorro.
Muy de madrugada , antes de salir al campo, a modo de obligación, el labriego
le daba al zorro una gran paliza y luego se dirigía hacia sus verdes campos de maíz.
Una noche bajó desde las serranías un puma. Venía hambriento, pues mal
tiem~
po corría por el monte. Olfateando se deslizaba cauteloso, cuando de pronto tropezó
con el zorro. Sorprendido el puma, se quedó mirándolo, mas el zorro ni se movió.
-Hermano zorro:
¿Qué haces allí amarrado?
-Aquí donde me ves paso la regalada vida, contestó el zorro. Cada mañana
me dan de comer aves y fruta tierna y como me tienen prometido casarme con la
hi~
ja del dueño de esta chacra a fuer de seguros, me han amarrado.
(Pasmado se
que~