Leyenda recogida en Pomabamba,
Ancash.
UNA bruja muy vieja dió a luz un niño, que no creció y se quedó chico como
chiu~
chi de un año. Cuando murió su madre, salieron los demonios de los cerros en
forma de animales y cargaron con
él.
Le pusieron por nombre
ichic~ollgo.
El
ichic~ollgo
andaba errante por los montes y quebradas, élormía en los
ma~
chaes o cuevas que quedaban desde ese día sagradas. ·Cada machay comunica con los
pantanos, por eso ellos son
feo~patsa,
sitio malo que se debe huir. El enanito se
bus~
có una flauta y una caja y así tocando pífano y tambor espantaba a las vacas y a
los gorriones.
~
Solito se crió muy malo el enano. Subía el
ichic~ollgo
por las quebradas y se
orinaba donde nace el río: el agua bajaba turbia y haciendo ruido, arrasando las
huer~
tas llenas de frutos. Como le gustaba la chicha, los campesinos para complacerlo, al
servir, derramaban de intento un poco y decían "quizá tenga sed el pobrecito
ichic~
ollgo".
·-
Algunas veces, hasta ahora, se convierte en toro. Relucientes los cuernos, el
ho~
cico humeante y los ojos brilladores.
"Gocha~
Toro" lo llaman, que quiere decir
" to~
ro de lá laguna", porque se mete entre los pantanos y hozando, con las pezuñas
escar~
ba el lodo, destroza los juncales
y
rompe la verde maraña de huailla, la yerba de la
laguna, hasta abrir un gran boquete por donde se escapa el agua y el ba rro del
char~
co. Por el mismo cauce de la quebrada el
gocha~toro
baja dando brincos; a voces
in~
vita a los cerros a desprenderse y así todos se vienen derrumbando pendiente abajo:
piedras, agua , rocas y lodo. ¡El huaico! ¡Es el huaico!, gritan los cholos ...
Cuando algún borracho bebió mas de la cuenta y regresa cantando a su casa,
el
ichic~ollgo
lo espera escondido entre las retamas del camino y comienza a gritarle
"apallimai, apallimai" , que quiere decir ¡cárgame, cárgame!. Como es chico y está
ti~
ritando de frío
el
borrachito lo levanta, mas
el
enano es muy pesado , casi como de
fierro . A la alborada se transforma en gavilán y pica los ojos, las orejas y la nariz
luciente y roja de los borrachitos.
Así es el
ichic~ollgo.
Va por los cerros y las quebradas, durmiendo en los
ma~
chaes, tocando su flauta y su caja para asustar a las vacas y a los gorriones.