EL ILLA
Leyenda del Callejón de Huaylas.
EN
Quillampa, que está sobre Chac-Chan, en el sitio llamado Manga-Puquincho,
apareció a medianoche un illa llorando como un ternerito recién nacido. Tan tris–
te sollozaba que hacía llorar a todas las vacas. En vano buscaron los pastores, pues
en ninguna parte hallaron al becerrito.
A este illa es imposible verlo vivo. Nadie lo encuentra. O se convierte en pie–
'dra o desaparece. Estas piedras toman la forma de terneritos
y
los pastores las reco–
gen
y
tienen en mucha estima. Las vacas las lamen
y
relamen
y
así tienen lindas crías
y
hasta los toros bravos se amansan junto a ellas. Por todo esto desde tiempos le–
janos las entierran en los potreros con una soguilla al cuello para que sepan que no de–
ben escaparse a otro sitio; las conservan e on cuidado
y
engríen con bizcochos, con
miel
y
con chancaca.