habían sido sometidos pocos día>antes, el r/¡ de enero de rG¡ 2, a un exa–
men, doble esa vez. Fueron conLrolados, por una
parle
1
por una comisión
de 37 indios notables(') entre los cuales frgura precisamente Urca Gua–
ranga, que, según Sarmiento, habría sido el guardiún de uno de Jos trofeos
más curiosos traídos por el Inca de su largo viaje(') )' por ot.m parle por
un grupo de espafloles que habían lomado parle en la conquista. Estos es–
paiíoles eran Polo ele Ondcgardo «corregidor del Cuzco n, a quien debemos
excelentes esluclios sobre la reli.gión
y
el gobierno de Jos Incas
(89),
Alonso.
de Nlesa, l\llancio Serra, .l uan de Pancorbo, Pedro Alonso Carrasco. El pro–
ceso verbai de esle examen doble h,i llegado t.ambién hasta nosotros (
65,
2/ÍÚ-257)·
.
El relato del viaje marítimo del Inca, hecho por Sarmiento de Gamboa
(95,
go-g'r),
merece, por lo tanto, tomarse seriamente en consideración.
Helo aquí in extenso :
,
Y andando Topa
Tnga
Yupangui conquistando la cosla ele Manta )' la isla de la
Puna)' Tumbcz, aportaron allí unos rncrcadcrcs: que habían Ycnido por la mn r
de hacia el poniente en balsas navegando
á
la vela. De los cuales se informó de la
tierra ele donde venían,que eran unas islasJllamadas Antehurolñ )' otra \ iñachum–
bi , adonde había mucha gen te
y
oro.
Y
como Topa Inga era de ánimo
y
pensa–
mientos allos
y
no se con
len
taba coí1lo que en tierra
había
COIH¡tlistado: determ inó
tentar la feliz ventura , que le ayudaba por la n1ar. ?\Hts no se creyó así ligera–
mente de los mercaderes navegantes: ca
decía él:
que de mercaderes no se debían
las capas así de la primera vez creer, porque es gente que habla mucho.
Y
pnra
hacer más in formación ,
y
corno no era negocio,
que
dondequiera se podía infor–
mar dél, llamó
á
un hombre, que traía consi3o
en
las conquistas, llamado An–
larqui, el cual todos eslos afirman que era grande nigromántico, lanto
que
volaba
por los aires. Al cual preguntó Topa
lnga,
si lo que los mercaderes nrarinos d('–
cían de las islas era verdad.
Anlarqui
le respondió,
dcspué.s de
haberlo
pensado
bien ,
que era verdad
lo
que decían ,
y
qué! iría prímero allú. Y así
dicen
que
fn é
mente, como es(;'- escripto
y
se1iabdo de la rúbrica
de
mí el presente secretario, cccplo lo ques
dc–
claraciún
y
pre\'ención para. inteligencia de la Historia
y
los rumbos
y
vientos para la demarcación
de los silios de los pueblos, qnes puesto por el
capit~n
Pedro Sarmiento, que no se les
lc~·ó,
porque
no lo cnlienden los indios
(65,
ll•St-250).
(
1
)
Los indígenas, co1wocado:-.
<\
la reunión del 29 de febrero, uo ;.;on todos los n1i;.;moí'
que hablan asislido a la reunión del
t/¡
de enero. Solamente doce participaron en amba."
comil':iones. Ucsulla de aquí que. el conlról fué realizado, en efecto, por 67 indígcn:l!>.
(' ) Aunque en 157:>. Urco Guaranga conlabíl 8.1
atio~
Je edad
(65,
2/¡g),
nal.uralmcnlc
no
había
podido participar o
asi~lir
;.\
la
e~pcdición
de Tupac Inca Ynpanqui,
que debe
remontarse
a
medindos del siglo
xv,
según
la
cronología 1nás probable.
g¡:;
\·crdad
que
cslc
Indio
ocupó una silnación muy
imporlantc.
En
efcclo,
cncontran1o~
su
nombre
entre
lo:-;
con::;ejcros
y
capitanes de lluascar: proclamado rc.r del Perú en ('\ Cmco. de!ipllt>s de la
muerto de
1
Lua_yna-Capac, hacia 1525 (
1
f>.
202 ,
:>.g&).
Es. sin
duda
el
mismo personaje que
~armiento
do Gamboa cita
COll'l.O
uno de los jefes de Hnascar, con
el
nombr<>
de
Urco
G-narga (!15.
118),
ann t uandL) tamhión cita a uu 1\:
nna.doUreo Gnaranga entre los jcfe:o
mililare~
d(' \tahuall¡m,
rival
de
ll ua-.:car (!15.
1! 3 1.