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- .s,-

.Y

su presencia no ha sido selialada en ninguna parle sobre la vertiente

Atli•nlica. Tocio prueba, entonces, que su im portación ·era •·ecienle

y

que no

había leuicfo tiempo de extenderse dentro de su nuevo habilal

(!t2,

11 5- • rg ;

43).

Ademús, el origen oceánico de esta palmera ha quedado defin itiva–

mente demostrado pór el reciente descubrimi ento de sus restos en terrenos

piiocenos o pre-pliocenos de Nueva-Zelandia (

1-1).

En cuanto a la balala, la cuestión es más compleja. Botúnicos igualmente

rmincntcs se han pronunciado en favor de su origen, ya americano,

ya

oceá–

ni co. Meparece que los datos lingüísticos apoyan más bien esta última opi–

nión. En efecto, mientras que

kumara

es francamenle pan-polinesio

y

bpa

pan-oceánico, estas palabras se encuentran en América en domlnios muy

limilados. Esto nos conduce necesariamenle a pensar en una importación

de la Oceanía a América.

e

Puede inferi rse de aquí que la planta misma sea orig"inaria de

Oceanía ~

Yo no osaría ciertamente afirmarlo, pero esta hipólesis me parece probable.

En cuanlo al calabacero, por el contrario, ningún dato etnográfico o lin–

güístico permi te, por el momento, emi tir una opini ón cualquiera sobre su

origen.

Es muy probable que muchos otros hechos podrían encontrar una expli–

cación en las relaciones comerciales, cuya existencia creo haber demostra–

do, entre el Nuevo Mundo

y

Oceanía.

er<\ (•li l realizar un invenlario completo de ellos, de manem a poder ha–

cer, entre los múltiples elementos cullurnles

de

origen oceúni co que se en–

cuentran C'n América, una diferenciación precisa entre los que provienen de

una primi tiva comu nidad de civil ización y aquellos que ' ·evelan simple–

menle una importación.

R I BLIOGHAFÍt~

l .

Acos·a

Jos~::••u

nE,

llisloria uaturol

r

moral de

las f11dias,

i\'ladrid, J8gt

1, 2

volú–

menes.

2.

A~mllOSETT•,

Ju.\N

B.,

Arqueología w·genlilw. lnsigni(l lítica de mwulo ele tipo c/¡i/eno.

Anales del Museo nacioMl de Buenos Aires,

tomo

Ar, 1905,

púgin;•s

25-3~L

3.

ANDAGOYA,

E1.

.\ oELA:n.\nO,

Relación de los sucesos de Pedrarias Dávila en la tierra

.firme

y

d(

lo$ desculll'imiel•los en

el

Ua1· c/d

Sur ,aiíos de

/jff¡. J.jftl) .

Colección

de docu–

mentos

inéditos sobro la geografía

y

la hi=:;toria de Colombia, recopilados por •\nlonio

B. Cuervo, Bogot:i, tomo 11 , 1892, pflginas

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Ans,\NO.Uli

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nouvcllc séric,

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11 .

el

fi i,HT,

P.,

Nouvclfc

110lc $W"

la mJtallurgie

mericai11e.

l.'!llltlu·opo–

logic,

Pari~,

tomo

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6. Arte

y

Dicciouario quccltua-t'spm1ol corrcyil/1¡

y

cwmelllwlo

por

los RR. PP. Rede11lo-