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lo'i,

hachuela: Samoa,

loi,

hachuela : Tahiti,

lwi,

hachuela: Hawai.

Esta palabra está cla1·amente aparentada con una raíz malayo-polinesia ,

que tiene el sentido ele« golpear n

(1 03,

223); pero, bajo su forma

tolú

y

con el sentido de« hachan , es, lo mismoqnc/mmara, netamente poli nesia,

y

pan-polinesia (').

En Araucano ('),

tolú

designa el hacha de piedra, insigna del jefe,

y,

por ex tensión al jefe mismo

(74, 725-pS).

Encontrándose rsta palabra rr–

gistrada desde rGo6 con el sentido ele " hachan

('/'18),

_toda hipótesis dr

importación post-colombiana debe ser descartada.

Tales son los datos lingüísticos sobre los que deseaba llamar la atencion.

Observemos que no pueden interpretarse como una prueba del ll>ll'entesco

del li:ichua

y

del Polinesio, como lo han propuesto Palavecino e lmbelloni

(

63,

33~-368)

a propósito de

knmar

y

de

lol>i.

En efecto, si

/aunar, kwnal,

pertenece realmente al Kichua, el uso de este vocablo está limi tado co1 toda

claridad al dominio septentrionalde esta lengua, en tanto que la palabra

loki,

es exclusivamente araucana('). Las dos palabras se encuentran por lo tanto

en dos regiones mu.v distan tes

y

en lenguas diferentes.

Desdr cualc¡uier punto de vista, estos hechos se deducen, ünicamente, de

un intercambio prccolombiano.

·

Esta hipótesis de un contacto entre Polinesia

y

la América del sud antes

del descubrimiento del l'íuevo \lundo está confirmada, además, por otros

hechos

y

tradiciones, como '·amos a verlo.·

ll'l ucbas veces se ha sciíalado, en di l'crcntcs regiones de América, el des–

cubrimiento de objetos de fabri cacion francamente polinesia o melanesia (').

Se han descubierto dos masas de picd,·a, que en Polinesia llaman

palu-palu

o

ml!re:

la una , rn un mound riel Colorado

(109),

la otra, en el Perú

('102,

(! )

Sin embargo la

cnrontramo~

en Efate

(to!ti,

hacha), pero se trata claramente de un

<'mprtstito.

(~)

Brown

(13,

265) da esto ,·ocablo como pcrtcnccicnlc a la lengua de las ista.., Chilot·,

o Velichc. El hecho e!l posible, puesto c¡uc el Vclichc es un dialecto araucano, pero debo

decir que, en ninguno de \o¡; dos \'Ocahulario!' Vclíche que he consultado

(16; 18),

apa–

rece' la palabra

lol.-i.

eJ

Por

1111

error,

rmhclloni

dice

qu~

C!lln

palabra Ita penetrado en las lenguas del Pcrll

(G3,

B5')·

(')

Dejo a un lado las similitudes cullnrales generales entre lasci,·ilizacioncs. amC'rican<t"

y

occániras, que he estudiado en otro lugar

(103),

)

que demuestran la

e'(i~tcncia

de un

dnculo

1:lllico

<'nt rc ambos rontincntí's. Aquí no recuerdo sino los hechos

c~por{¡dicos

CJUC

rc~nltan,

cvidC'ntcmcntc, de

un simple contaclo

rnlrc

los pueblos.