civilización de los Incas fué el resultado de
un proceso autónomo, o bien la consecuen–
cia de otra que le antecedió.
El origen del Incario sólo es referido a
los dominios de la mitología, y así es des–
figurado; dase como un amanecer provi–
dencial, en que una pareja legendaria, o
Cosechando papas entre los aymaras, según un dibujo
de Guaman Poma de Ayala.
un grupo gentilicio, como los hermanos
Ayar,
premunidos de capacidad organiza–
dora, hubiesen sido los "fundadores" de
una dinastía y, por ende, de una organi–
zación social. Esta versión fabulosa, redu–
cida a hipótesis explicativa, es inaceptable.
Significaría dar por existentes a seres ex–
traordinarios o providenciales, poseedores
de conocimientos sobre las técnicas agra–
rias y de la construcción, y dotados de ca–
pacidades organizativas, que hicieron su
aparición en el Titicaca por arte de encan–
tamiento. ¿No será preciso indagar, más
de acuerdo con la Sociología, cuál fué el
proceso de las formas sociales, de las que
los "fundadores" del Imperio no fueron
sino expresión y, más concretamente, por–
tadores? Sólo en caso de demostrarse la
presencia de colonizadores extracontinen–
tales, podría darse por probable la apan-
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ción de una pareja o de grupos premunidos
de conocimientos y capaces de dejar sentir
su influencia social o cultural. Tal tesis no
procede, ya que no hubo inmigración o co–
lonización de elementos extraños. Existen,
por el contrario, testimonios y pruebas de
que antes del florecimiento de la civiliza-
Una fiesta entre los collasuyos, según dibujo de Guaman
Poma de Ayala.
ción incaica, hubo otra en el mismo ám–
bito andino, que debemos aceptar como a
la genitora del Incaísmo.
Nuestras investigaciones, basadas sobre
atisbos de autores europeos, que se plan–
tearon el problema sobre el origen del In–
cario; utilizando las inferencias de inves–
tigadores bolivianos y, muy especialmente,
aplicando las teorías culturales, nos per–
miten sentar como explicación más con–
forme con los procesos sociales y culturales,
que muestran decursos semejantes, que la
civilización de los Incas tuvo por antece–
dente a la cultura
Tiahuanacu.
Así, la
existencia de esa civilización se presenta
más de acuerdo con las leyes generales de
b
evolución humana. El hombre andino y,
concretamente, el habitante de la hoya dd
Titicaca, fué el protagonista de esa evolu–
ción. Recorrió y superó los estadios pri-