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curso se pudo reunir la asamblea consti–

tuyente de los pueblos del Alto Perú y

se hizo la solemne proclamación de la au–

tonomía de la nueva república el 6 d·e

a~osto

del mismo año, entre las prudentes

vacilaciones del libertador y la fe de Sucre

por el porvenir del nuevo estado.

El Congreso General Constituyente de

Bolivia sancionó, en

20

de junio de

1826,

la supresión de los ayuntamientos en el te–

rritorio de la naciente república, disponien–

do que sus fondos y rentas pasaran al teso–

ro público, y la jurisdicción que ejercían

los alcaldes fué transferida a los jueces de

primera instancia. Es inexplicable esta me–

dida y carece de sentido histórico si se

considera la tradición de las comunas, cuya

influencia fué realmente notable en todo

tiempo y sólo se puede disculparla por las

vacilaciones inherentes a la brusca transi–

ción que se operaba esos días, o porque se

quiso abolir los privilegios acumulados,

ciertos derechos vitalicios y aun heredita–

rios. La supresión prevaleció en la primera

carta política boliviana promulgada en

19

de noviembre de

1826,

cuyo capítulo l"e–

lativo al régimen interior suplantó a la

función -edilicia con jueces de paz, uno por

cada mil habitantes; la constitución de

14

de agosto de

1831,

promulgada por An–

drés Santa Cruz, mantuvo el precepto in–

consulto, aunque restableciendo los alcaldes

de campaña solamente; la constitución de

16

de octubre de

1834,

promulgatla· por ·

el mismo presidente, refirmó el texto de la

anterior. La carta fundamental promulga–

da en

1839

ha restablecido los concejos

municipales en las capitales de departamen–

to y "en las provincias donde lo permita

el vecindario", compuestos del número que

determinaría la ley secundaria y elegidos

por voto directo de los ciudadanos. Entre

las atribuciones consignadas en el texto fi–

gura la de velar sobr-e la observancia de la

constitución. y proteger la libertad de im–

prenta, dándose a los municipios una inge–

rencia en el desarrollo político de la nación,

en resguardo¡ de las tradiciones enunciadas.

Es digno de notar que en todas las revo–

luciones surgidas en la ciudad de La Paz,

por voluntad del pueblo o a mérito de la

actitud de los concejales, la comuna ha

sido el reducto desde donde se ha comba–

tido contra la opresión, oponiendo fe y es–

píritu incorruptibl-es en la defensa de las

libertades conculcadas. En los años trans–

curridos durante la primera república y en

la dramática existencia de las instituciones

bolivianas, el pueblo ha dado renovadas

pruebas de su adhesión al municipio, por–

que comprendía, como suced-e ahora, que

allí están sus directos e inmediatos perso–

neros y a causa de haber sido, tradicional–

mente, el medio de que se ha valido, en el

triunfo o la adversidad, para proteger sus

intereses y la misma vida.

Un rasgo saliente de la historia comunal

boliviana es que ·en

13

de enero de

1.865~

el tirano del sexenio, Mariano Melgarejo,

suprimió las municipalidades, al parecer

por temor a su influencia, pues temía que

hicieran peligrar sus métodos y ambiciones

c-entralistas y solamente el general que de–

rrocó

~;~.l

tirano tarateño, Agustín Morales,

pudo restablecer la institución comunal, de–

volviéndole las prerrogativas que alcanzó

en el pasado; pero Morales quiso dar a los

ayuntamientos una función nueva, aunque

incompatible con sus privativas atribucio–

nes, encargándoles el juzgamiento de los

funcionarios públicos que hubieran come–

tido actos punibles o antipatrióticos duran- .

te los ominosos años del gobierno de Mel–

gareJO.

En las horas más dramáticas de la vida

nacional, así - la guerra del P.acífico, las

campañas del Acre y la Guerra del Chaco,

para citar solamente los acontecimientos

culminantes ocurridos en tres cuartos de

siglo, la comuna paceña ha cumplido su

misión de guarda1· el honor y la dignidad

del pueblo, cobijando invariablemente en

la casa consistorial las manifestaciones de

rebeldía o de prot-esta por los constantes

agravios inferidos a la libertad;

y.

ha sa–

bido conceder a los servidores de la patria

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