si la altura del país pudiese facilitar la
elevación de las máquinas. El presidente
Villazón dió paso favorable a la propuesta
Rapini para ensayar vuelos en el altiplano.
Y el 13 de abril de 1913, después de pre–
vios preparativos, un avión Bleriot debía
iniciar
el
vuelo. La expectación popular fué
minería boliviana en una situación excep–
cional y al gobierno en una deplorable pre–
cariedad económica, y el robustecimiento
de la oposición, hacia la cual estaba tam–
bién derivando el general José Manuel
Pando, como otros prestigiosos liberales.
Una legión de combativos oradores -Saa-
Escuela Modelo de Niños "México", edificada en el sitio que antiguamente ocupó
el
famoso colegio Seminario.
·
creciendo al rededor de esta novedad.
La
población entera se trasladó a El Alto para
presenciar el sensacional espectáculo. La
máquina se destrozó durante la carrera, sin
haberse elevado, dando fuerza a la creen–
cia de que la altura y la rarefacción del aire
eran elementos que imposibilitaban el vue–
lo de los aviones. El desmentido tardaría
algunos años en
ll~gar.
El general Ismael Montes, volvió a pre–
sentar su candidatura a la presidencia de
la República. Fué elegido, y proclamado
el13 de agosto de 1913. En su segunda pre–
sidencia, debía confrontar, en lo general,
dos situaciones importantes para el país: la
conflagración mundial, que colocaba a la
vedra, Escalier, Salamanca, Ramírez-, si–
tuábase en las trincheras opuestas al libe–
ralismo.
Montes hizo entonces un gobierno fuerte.
Las municipalidades, convertidas en reduc–
tos que querían tomar los oponentes al ré–
gimen imperante, servían de armas para el
juego recrudecido de la lucha electoral.
Se repetía, pues, la historia.
Volvamos a la ciudad de La Paz. Dictá–
base allí medidas preventivas para el trá–
fico de la línea ferroviaria de Viacha a
La Paz, que traía un nuevo impulso en
las comunicaciones y una liberación a la
servidumbre de la lentitud. La enseñanza
recibía impulso inigualado. Se creaba el
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