llos y mestizos, a quienes se consideraba
una clase deg·enerada, nacida para la esda–
vitud, inferior, en suma, y desposeída de
todo derecho o aspiración. En consecuencia,
si no podían colocarse en un mismo plano
con los españoles, menos podían pretender
a los cargos importantes del gobierno.
Un odioso monopolio ejercido, no sólo
en puestos públicos, sino también en
el
ejercicio del comercio y de la industria, y
aún dentro de la religión, dice el historió–
grafo don Luis S. Crespo, puede dar ya
idea del odioso sistema imperante en aque–
lla triste época de la historia americana.
Pero cuando se produjo el choque, la coli–
sió-n entre ambas clases, la lucha fué enco–
nada, sangrienta, algunas veces con carac–
terísticas de barbarie, y no terminó sino
cuando uno de los pai-tidos, el de los po–
derosos, de los magnates y los nobles, cayó
abatido ante el empuje victoribso del
pueblo.
LOS INTEND:ENTES DE LA PAZ
Sig11iendo el mismo sistema, daremos
una síntesis biográfica de los principales
Intendentes de esta ciudad, es decir, de
aquellos que hubiesen influido decisiva–
mente en la vida de La Paz, ya por su ac–
tuación militar, ya por sus actos adminis–
trativos.
SEBASTIÁN DE SEGUROLA. Nació en
Azpeitia de Guipúzcoa. Se posesionó el 4
de enero de 1781. Tomó las disposiciones
necesarias para la defensa de la ciudad con
motivo de la sublevación Tupac Catari, a
que nos referimos en capítulo especial.
JosÉ PABLO CoNTI. Nació en una de
las provincias del Río de la Plata. Ingresó
al gobierno el año 1789, al finalizar el
cual hizo publicar por bando y con el ce–
remonial de estilo, el recojo de la plata
macuquina, ordenado por cédula real.
PEDRO NOLASCO MARÍA CRESPO GÓMEZ
DíAs. Abogado, natural de Buenos Ai-
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res. Naturalista y escritor ameno; sus pro–
ducciones se publicaban ·en
"El
Mercurio"
peruano, siendo las más importantes las que
versan sClbre la cascarilla, los monumentos
de Tiahuanacu, el elogio de la coca de los
Y
ungas de La Paz. Se posesionó del go–
bierno en febrero de 1793.
DIONISIO CuÉLLAR ARTUCHO CARRILLos
DE LOS Ríos RoNSVI VALDEZ. Este Inten–
dente
d~
tantos nombres tomó posesión del
gobierno en julio de 1793. Al estallido de
la sublevación de Tupac Amaru, el Virrey
mandó tropas a sofocarla bajo las órdenes
de Cuéllar Artucho, con el grado de mayor
general.
FERNANDO SoTA AGÜERO. Natural de
Castilla la Vieja, casado con María Rojas,
paceña. Se hizo cargo de la Intendencia el
3 de septiembre de 1795. Bajo severas san–
ciones, ordenó el establecimiento del alum–
brado, mediante faroles en las puertas de
calle y ·en las esquinas. Fué el primer sis–
tema de alumbrado público en la ciudad.
ANTONIO BuRGUNYO Y JuAN. Natural
de Alicante. Comenzó a gobernar en 1796,
cuando empezaban las agitaciones revolu–
cionarias por la libertad, por la "separa–
ción del continente de España". El Club
paceño funcionaba activamente, en contacto
permanente con los del Cuzco, Chuquisaca,
Córdoba y Buenos Aires.
El
Intendente, si
no estaba en los secretos de la conspira–
ción, simpatizaba con ella, pues, descubier–
ta la tentativa, apenas se limitó a reprender
a los autores; de este gobierno nos ocupa–
mos en capítulo especial, al hablar del
Protomártir de la Independencia, don Pe–
dro Domingo Murillo.
TADEO DÁVILA. Natural del Perú. Se
hizo cargo de la Intendencia en 1807.
Avanzado en años y en avaricia y venalidad.
Descubierta la conspiración en 1805, ella
fué debelada y detenidos los autores; pero
terminó benignamente, gracias a la toleran–
cia de Dávila, tolerancia inspirada en el
cohecho. Triunfante la Revolución de La