Paz, con excesiva generosidad los patriotas
le perdonaron la vida. Desempeñó más tar–
de algunas comisiones que le encomendara
Goyeneche,
falleciendo a edad avanzada,
en
1814.
JUAN RAMÍREZ Y 0Rosco. Se ignora
el lugar de su nacimiento. Vino en el re–
gimiento de Extremadura y se quedó en el
país. Con motivo de la revolución del 16
de julio, Ahascal ordenó que Ramírez ac–
tuara como segundo de Goyeneche y así
resultó gobernador de La Paz, tomando po–
sesión en noviembre de
1809,
y permane–
ciendo en el cargo hasta el
30
de septiem–
bre de
1810,
en que, acosado por la revolu–
ción americana,
tuvo que ponerse en
campaña para defender el poder real. Des–
pués de la derrota infligida al primer ejér–
cito auxiliar, Ramírez volvió a La Paz, don–
de se impuso por su ferocidad; mandó
fusilar patriotas prisioneros, entregó
la
ciudad al saqueo más espantoso de la sol–
dadesca y le impuso una fuerte contribución
arrancando a cuenta de ella, cien mil pesos.
DoMINGO TRISTÁN Moscoso. Arequi–
peño, primo de Goyeneche, incorporado al
ejército realista; feroz verdugo de los pa–
triotas Lanza y Castro, a quienes hizo de–
gollar, enviando sus cabezas de obsequio
a su primo, quien, en premio, le hizo go–
bernador intendente de La Paz, cargo del
que se posesionó el
30
de septiembre de
1810.
Gran hipócrita e intrigante, simuló
un momento de adhesión a la causa patriota,
logrando engañar al jefe argentino Caste–
lli que· le confirmó en el cargo; pero, fe–
lón como siempre, a la aproximación de
Goyeneche encaminó las cosas en favor de
la causa real. En su período, soportó la
población un segundo oerco, que principió
el
15
de agosto de
1811,
casi con las mis–
mas características del de
1781.
MARQUEZ DE VALDE HoYos. No se sa–
be si nació en La Habana o en Puerto
Rico. Nombrado Intendente de La Paz, to–
mó posesión del cargo el 4 de junio de
99
1813.
En conocimiento de la expedición
patriota que venía del Cuzco, Valde Hoyos
preparó la defensa, colocando minas hasta
en la casa de gobierno, dando lugar a ho–
rrible explosión que causó muchas vícti–
mas y provocó una indignación tan grande
del pueblo, que éste dió muerte a Valde
Hoyos y otros realistas, colgando sus cadá–
veres en la plaza principal, suceso cuyos
detalles damos en el capítulo relativo a
los últimos días del régimen colonial en
La Paz.
JosÉ AsTETE. Natural de La
Paz.
Egresado de la Universidad de San Fran–
cisco Xavier. Ahogado de la Real Audien–
cia de Charcas; muy estimado por su bon–
dad. Ocupada la ciudad por las fuerzas
patriotas cuzqueñas, Astete fué nombrado
Gobernador Intendente, cargo que desem–
peñó desde el
24
de septiembre de
1814
hasta el 4 de noviembre del mismo año,
en que fueron derrotados los patriotas en
las alturas de Achocalla, Astete huyó a Are–
quipa, con mala suerte, porque cayó en
manos del feroz Ramírez, que lo mandó
fusilar no obstante su avanzada edad.
JosÉ MARÍA LANDAVERE. Paceño. Ac–
tor de una vida política algo tortuosa. Afi–
liado al movimiento
revolucionario de
1805,
s-e libró coimando a Tadeo Dávila.
A pesar de sus tendencias realistas, fué
incorporado al movimiento revolucionario
del 16 de julio, como miembro adscrito de
la Junta. En tal calidad acompañó en su
destierro al Obispo La Santa, volviendo
de
ahí más realista que nunca. Nomhrado go–
bernador interino el 5
de
noviembre de
1814,
se posesionó del cargo en la misma
fecha. No se tiene un concepto claro de
su personalidad. Mientras unos le califica–
han de suave, blando, tolerante, otros le
señalaban como el espíritu que inspiraba
las sañudas persecuciones
de
Ricafort a los
patriotas.
MARIANO RICAFORT. Aragonés. Tomó
posesión de la Intendencia el 26 de octubre