Table of Contents Table of Contents
Previous Page  62 / 262 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 62 / 262 Next Page
Page Background

•'

58

JULIAN $ANTISTEBAN OCHOA

fruto selecto del

choqu~

de dos razas, de dos culturas

y

de dos mundos dife–

rentes que, ;en conjunción feliz, venían a formar en la América

~a

nueva

y

grande nacionalidad. El niño mestizo pasó su infancia en medio ale1 boato

Y magnificencia de

la

casa de su padre, más tarde Corrégidor del Cusca, due–

ño de

~pxtensa:s

y ricas encom,iendas

y

comprOmetido en casi todas las revuel–

tas y guerras civiles que_asolaron el· Fe¡ú recten fundado, que iban impre–

sionando profundamente su alma infantil, al ·par que veía con asombro, jun–

to a todos

los \ ind~o,s

y mestizos, como se procreban las nuevas especies

ai::ü–

males, como el caballo, la vaca,· etc., y cómo se desarrollaba el trigo, la ce–

bada, la vid y las, nue-vas fl.ores y

_f~utos,

cambiándose ante su vrsta todavía

ing~nua

la raza humana, la fauna

y

la flo:ra e infwldiendo en él un psiquismo

espe'cial,

~aracterístico

e' inconfundible, a la par' que d<?spué¡g de

hab~

lac–

tado la leche india de su madre, Incás, apus, orejones, pallas y ñust'as de la

opaca.da,

noble~a

imperial del Kossko vencido, entre los que recordamos a Inca .

Kusi Wallpa, a FranCisco Wallpa Tupaj, su tío; a su

tíCl;

1~

palla Añas Kollke,

a Chauka Rimachi y Juan Pechuta; en las misterlosas veladas de las noches

cusqueñas, al pálido resplandor de la 'iuna o "matna killa", sobre -las todavía

enhiestos muros

inc~sicos,

cantábanle ora alegres y orgullosos el

esplen~or

del Imperio del Cusca, .c;>rá 'h\istes y nostálgicos: la destrucción de lo suyo,

exclamando "trocósen_os el reihar en vasallaje'.', en el dulce y tierno idioma

nativo; interrumpién8.ose a veces estas religios-as vel-adas por el _ligero

y

ronco trotar de lós corceles españoles, el piafar de los caballos

y

¡;¡l sonar

. de

l~s

éornetas y chirimías que llamaban a la 9-uerra, en )a que, nuesti:o mes–

' tidJlo, con ardiente sangre en

1

las venas;, "jugába" también a los combates

'y

a)'l4daba presto

y

ligero a los

revo~tc;>so;>.

He aquí el escenario donde se for-

un hombre nuevo.

-

.

P~ro

a' Garcilaso desde temprano

h,~sta

el fin de su vida esperábanle

hondas y graves ·tragedias; niño todavía

y 1 ~studiando

latinidad al cuidado

y

dirección

Cl.el

Canónigo Juan de Cuéllar, junto a <¡>tras precoces mestizos como

.él, su padre, el orgulloso Corregidor, desairaba a la india su

madr~ 'por

casar–

se con dofla Luisa Marte!, de prosapia e influencia netamente castellana-s; el

amor'

fu~

postergado ante la· conveniencia matrímÓnial y nuestro futuro cro–

nista, con lágrimas en los ojos, ,ve aléiarse a su madre de la casa solariega para

~asarse

r;nás tard? con un oscuro individuo llam·ado Juan de

P~droche.

Pero

don Sebastián, amó .entrañablemente y con preferencia a-l fruto primero de

sus sinceros amores peruanos, tE?éonoció en él un talento natural, privilegiado

y especial,

y

es así como

ei

3 de marzo de

1559,

feaha en que hizo testamen–

to ante

e~

escriba,no de S. M. don Francisco

~e Ba~riel}to~

(descubjerto por

el

padTe Mo.lano y el que esto escribe en

l939),

deja a su hijo Gómez S_uárez

de Figueroa -4,000 pesos_de oro para que vaya a España a

estudiar:

recono-

cienclo con esto las grandes dotes intelectuales de su hijo.

_

El joven

y

futuro cronista viajó gran parte del Perú, conociéndolp y como

consecuencia -amá:q.dolo; él mi-smo nos dice: que estuvo ''en los últimos térmi–

nos de Los Charcas, que

SO!)

los Chichas'/ (actuales -límites bolivi.a;n,o-argenii-

..

'

-

,.