1
•
JOSE MEJIA VALERA
129
el parentes·co vertical
y
el horror al incesto crearon el matri–
n1onio entre los Ayllus sin traslación de la mujer. (
16).
Esta forma de matrimonio, no obstante su antiguedad,
tuvo ámplia vigencia, por lo menos en una época inmediata–
mente anterior al Estado Inca, en la costa norte del territo–
rio, especialmente en el valle de Motupe, donde, según los
informes que he podido obtener, las mujeres eran las inicia–
doras de la inestabilidad del matrimonio, ya que estaban fa-
cultadas por la costumbre para alternar ·con los hombres que
quisiesen, es decir que la poliandria funcionó para dar :vigor
aí
Derecho Materno.
El
acto de repudiar al marido por volun-
tad.
propia indica que la mujer no salía de su Ayllu, pues de
otra manera no se explicaría la situación de inferioridad en
que se hal1laba el desechado, sólo concebible porque desde ese
1nomento se le consideraba como extraño al grupo y desvin–
culado de sus componentes por la disimilitud de parentesco,
"(17).
-----
(16)
Morúa.-Ob. cit., Lib.
39,
Cap.
XXXII:
"iban a los pa–
dres o deudos de las mozas
y. . .
concerta·dos con ellos, que
había
efe}
to, el día que llevaban o iban a casa de los suegros
y
les daban de lo que traían, como dicho es, iban acompaña–
dos de su ayllo, que son los parientes
y
conocidos ... " Más
adelante, dice: "Cuando se iba a realizar un matrimonio, el
suegro, padre de la moza, públicamente hacía junta de su fa–
milia, deudos, mujeres e hijos ... ". Cobo1,
~T.
49,
Lib.
XIV, Cap. VII, p.
18 1:
"y
duraba la fiesta
y
borrachera de
las bodas entre las parcialidades
y
parentelas según la calí–
dad
y
posible de los novios".
Cas~ro
y
Morejón. -Oh. cit.,
p .
141 ;
Sarmiento de Gamboa.
~istoria
lndigena -Bs.
Aires,
1942,
Cap.
20,
p ..
84;
Montesinos.-Ophir, Lima,
1930,
Cap.
XIX,
p.
84;
Garcilazo.-Ob. cit., Lib.
l.
Cap.
XXI,
y
Lib . IV, Cap·. VIII' .
.( 17) . Fray
Reginaldo de
Lizárraga.
-Descripción
y
población de