JOSE MEJIA VALERA
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Queda ·establecido que, en una primera época, la activi–
dad sexual estuvo restringida a las
g~neraciones
entre sí; ca–
bía
y
era lícito tomar a cual.quier mujer, con la única condi–
ción de que fuera de la misma generación. Esta .forma de ·
tnatrimonio engendró el parentesco primero, que he hallado
en la estructuración del sistema de consanguinidad. Como
estaba generalizado el trato
~exual
en cada generación, todos
los hombres de ella se copsideraban como padres de la poste-
. rior,
y
de igual manera,
por~ exte~sión
todas las mujeres eran
· considerdas madres. Del mismo modo, la generación si–
guiente se reputaba hija de la anterior
y
entre si se llamaban
hermanos. Esta sistemática está perfectamente comprobada
en las páginas que he dedicado al parentesco.
Sigamos, el lector
y
yo, recapitulando. Posteriormente,
con el
tran~curso
del tiempo s-e fué excluyendo' de las relacio–
nes sexuales a los hermanos uterinos, debido a la degenera–
·ción de la descendencia. De los nacimientos de niños defar–
mados se pasó a uria relación de causalidad entre éstos
y
el
trato carnal entre hermanos. ( 10). Es evidente que, además
hermanos". Vaca de Castro. -Discurso sobre la descenden..
cia y gobierno .de los Yncas, hecha por los Quipucamayós.
-Col. de Lib.
y
:Doc. ref. a la Hist. del Perú. Lima,
1920:
"hasta el décimo inga llamado Topa Ynga Yupangui; que fué
el primero que tomó por mujer a su hermana Mama Ocllo,
y
antes dél ninguno lo había hecho, aunque la tomaban de
la misma generación, más no hermana·· .
Anónimo.
-Rela–
ción del origen
e
gobierno de los Ingas, etc. , Ob . cit.
..En
cada pueblo . . . hallaba por su orden puestos en la plaza to–
dos los indios que no tenían mujeres, de quince hastá veinte
años,
de ve.inticinco hasta treinta, cada edad ·por
sÍ' ..• •• .
·( 1O)
Las
Casas. -Oh .
cit.,
Cap.
XXIV,
p.
164:
··a
los
:casa–
mientos
ya
queda dicho en que grado de consaguinidad se
casaban, porque ni con hermal'l:a, ni con prima hermana,
ni