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J.
Imbelloni: Pachakuti IX
y las manos cruzadas sobre el pecho (GARCILASO, lib. V, cap. 29) con la
cavidad orbitaria cubierta por ojos postizos (CoBo,
XIII,
10) que algún
cronista define
'hechos de una telilla de oro'
(AcosTA,
VI,
21); la cara se
mantenía estirada por medio de
'un casco de calabazo'
colocado debajo
de cada mejilla, por lo que
'secándose la carne',
quedaba
'muy estirada y
con buen lustre'
(COBO,
XIII,
10); el cuerpo llevaba vestido y adornos
(GARCILASO y CoBo, lugares citados) y generalmente se guardaba en–
vuelto en gran cantidad de algodón y con la cara tapada (CoBo,
XIV,
19
y
XIII,
10), de manera que la impresión que se recababa de su vista no
se difería mucho de la que producen algunos fardos funerarios de la costa
peruana.
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FIG. 2- Composición de GuAMAN POMA,
en que aparece el 'cuerpo' del Inca Wayna.
Qhápaq, llevado en andas desde Quito
hasta el Cuzco, pora ser allí "enterrado
en su bóveda real", en compafí.ía de una
de .sus mujeres principales y un sirviente,
cuyos cuerpos han sufrido el mismo apa–
rejo. Esta escena ocupa la foja 377 de
la
Nueva Coronica,
y es una de las ilus–
traciones del dibujante indio que más
claramente demuestran la eficacia de su
obra en la reconstrucción objetiva de la
vida peruana antigua. Obsérvese, de pa–
so, que lo referido por Guaman Poma se
opone a la teoria que todos los 'bultos'
reales iban a terminar en los nichos del
Qorikancha.
Contradictorias son las referencias sobre el preciso lugar en que se
conservaban dichos 'bultos', porque mientras algunos documentos los
dicen depositados en el
Qorikancha
del Cuzco, otros >aseguran con no
menor certeza que eran venerados en los adoratorios particulares de cada
uno de los reyes, y de otras fuentes, en cambio, se aprende que deter–
minados soberanos fueron enterrados en verdaderas tumbas, en unión
con sus tesoros, mujeres y sirvientes, y que tales tumbas estaban situadas
en localidades
a
menudo distantes del Cuzco.***
***JosÉ ToRrBro PoLo piensa eliminar la contradicción, afirmando que las momias
r eales estaban
ab antiquo
en el Qorikancha, pero cuando, en 1553, se tuvó noticia en el Cuzco
de la invasión española
con
· ~1
cortejo de crímenes y sangre que forman la conquista', las