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J.
Imbelloni: Pachakuti IX
Pachakuti VI
(Memorias,
cap. XIII
in 'fine),
identificado
con otro Yupanki. Más en general, cabe observar la ubicación
de los muchos Yupanki en los puntos críticos de las listas,
ya sea para cerrar la serie que termina, ya sea para enca–
bezar la que se abre. Hay en Montesinos un Yupanki en el
Pachakuti I, Inti Qhápaq Yupanki (5°); otro es el propio
Pachakuti II, Ttitu Yupanki (16°); otro en inmediación del
Pachakuti III, Lluki Yupanki (28°); otro en el Pachakuti IV,
Túpaq Yupanki (31°); otro en el V, Qhápaq Yupanki Ha–
mautta (46°); otro es el propio Pachakuti VI, Ttitu Yupanki
(65°); otro en el VIII, Lluki Yupanki (95°). El Pachakuti IX
es un Yupanki: Ttitu Yupanki (101
o,
VIII) según la
Relación
de Bias Valera; Inka Yupanki según Poma, las
Informa–
ciones de Vaca de Castro,
etc.; Túpaq Yupanki según Cabello
de Balboa. También Wiraqocha, cuyo nombre propio dice
ignorarlo Garcilaso, se llamó Inga Yupanki según Santa Cruz
P. Yamqui, y Túpaq Yupanki según Montesinos (este último
testimonio no debe mirarse como descabellado, porque coin–
cide con la versión recogida por el P. Acosta; véase la obser–
vación de Waitz en nuestro párrafo 14).
Creemos que ya no hace falta más espacio ni pruebas
para asentar la influencia que tuvo que ejercer, en la forma–
ción del historial de los reyes del Cuzco, un relato, segura–
mente compuesto por gran variedad de elementos, pero no
desprovisto de unidad dramática y potencial poético, que
hemos venido distinguiendo con el título de 'Saga del Inka
1
Yupanki'. Tampoco es menester que insistamos en la influen–
cia del adjetivo ordena! "noveno" que, acompañando prime–
ramente a 'Pachacuti IX', se mantuvo en definitiva, al lado
de 'Pachakuti noveno Inga', causante a su vez de la cons–
trucción de la Capaccuna oficializada.
Existe en las Crónicas de los reyes Inka una página que,
a preferencia de todas las demás, ha logrado condensar en
una relación breve y jugosa los principales elementos de la