Table of Contents Table of Contents
Previous Page  175 / 324 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 175 / 324 Next Page
Page Background

El Yupanki y su saga

161

Volvamos ahora a examinar la figura de Lluki Yupanki,

tercer soberano de la Capaccuna, tal como surge de las Cró–

.nicas que la tratan con mayor detenimiento. El tema de 'la

Fantasma' aparece de inmediato en la biografía de Cabello

de Balboa; el Sol se presenta a Lluki en forma humana, y le

promete que será un príncipe poderoso; Lluki queda 'con–

solado' por esta visión (cap. 2), y aunque el Cronista no dice

qué clase de dolores o preocupaciones lo aquejen, fácilmente

puédese entender que se trata de la rivalidad dinástica. Si

queremos seguir el tema de las luchas entre hermanos por

la sucesión del reino, tenemos que abandonar a Cabello (quien

únicamente menciona que a la muerte de Sinchi Ruqqa el

gobierno pasó a Lluki Yupanki, segundogénito, y no a su

hermano mayor de nombre Mango Sacapa

(sic),

para po–

nernos en manos de Sarmiento de Gamboa. Mango Sapaca

(nombre rectificado) fué, también para Sarmiento, el hijo

primogénito del Inka Sinchi Ruqqa, mientras Lluki era el

menor (cap. 16). Anteriormente el Cronista ha presentado

a Mango Sapaca entre los primeros pobladores del valle

cuzqueño, junto a los Ayares Manku Qhápaq y Mama Wako,

y

a su propio padre Sinchi Ruqqa (cap. 13 ).

"Muerto Sinchi

Roca, ocupó el incazgo Lloqui Yupanqui, hiio de Sinchi Roca

y de Mama Coca, su mufer. Y es de notar que, aunque Mango

Capac habia mandado quel primer hiio sucedies·e, este que–

brantó el mandato de su abuelo, porque teniendo otro mayor

hermano llamado Mango Sapaca, como es dicho, no consintió,

que sucediese al estado..."

(cap. 16). De qué manera ocurriese

tal sucesión forzosa, que Sarmiento llama 'tiranía' con el

propio valor que tuvo la palabra en las lenguas e historias

clásicas, lo declara en el mismo capítulo, al indicar que no

fué aprobada por el padre, quien únicamente había nombrado

al primogénito,

y

se llevó a cabo con el favor de los 'ayllos

legionarios', es decir, de las fuerzas armadas organizadas

por el Yupanki.