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J.
Imbelloni: Pachakuti IX
la de jalones yuxtapuestos para delimitar Edades. Ello nos
obliga a realizar un análisis más preciso, con el fin de ave–
riguar qué valor cronológico se les asignaba por los nativos,
aun descontando que nuestros resultados nunca podrán re–
ducir a cero la inevitable aproximación. El hecho es que los
materiales con que trabajaremos proceden de manuscritos
coloniales, cuyos Autores, ya fuesen españoles, ya mestizos,
· nos han legado cifras disímiles la una de la otra, y no del todo
exentas de manipulaciones e interpretaciones personales.
Así, p. ej., no podemos contar con la autoridad de Bias
Valera en este asunto de la cronología absoluta, porque la
duración de sus Edades o Soles, de 650 años, se refiere mani–
fiestamente al sistema de los Mexicanos, y bien lo dice la
objeción que hace a los 850 años de Gómara (
1
!l).
Por su cuenta,
Guaman Poma y Buenaventura Salinas creen que la duración
de las. sucesivas Edades peruanas fué desigual. Una visión
más sistemática es - sin duda - la de Fernando de Monte–
sinos, quien pone todos los Soles de igual duración, y cada
uno igual a
1000
años. A diferencia de los Autores que ante–
ceden, que no traen explicación alguna, aporta Montesinos
una base aceptable, cuando refiere que se contaban los años
por grupos de a
10,
luego de a
100
y por último de a
1000,
y este múltiplo constituía el
I ntip-W ata,
o
Annus magnus vel
solaris
(2° ).
Nunca sabremos hasta qué punto Montesinos
sufriera la influencia del Milenarismo, que domina los cóm–
putos de la Biblia Hebrea y la Vulgata, pero lo que refiere
este Autor sobre el modo de contar los años de los Peruanos
coincide plenamente con la numeración decimal de este pue–
blo. Además, el concepto del Milenio, corr1o unidad básica
peruana, no se ve desmentido abiertamente por las compu-
( 19 )
En el largo pasaje preservado en los
Comentarios Reales
de
GARCILASO,
l, Lib. 2, cap. 6 (pág. 41, 2) .
( 20 )
MoNTESINOS:
M~ morias
Historiales , etc .,
cap. VIL