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J.

Imbelloni: Pachakuti IX

en Gerusalén - asegura - pasaron siete años de hambre

(pág. 109).

Anótese, para mayor exactitud, que cuando el Hamautta

suscitaba ante sus iniciados el recuerdo de un

Pqchakutiy,

no tenía, en rigor, la intención, ni conseguía el efecto de evocar

por un lado a la Tierra y a la Edad y por el otro la acción

de revolucionarse, a guisa de un accidente momentáneo que

interrumpiese un estado que se presentaba al entendimiento

como normal, feliz y duradero. En realidad no hubo tal cosa:

la imagen directa y sumaria abarca tan

s~lo

este revolucio–

narse, y la mejor traducción en nuestras lenguas, que ante–

ponen el sustantivo y ·posponen el predicado, es "el trastor–

narse o truecarse de la Tierra y de la Edad" que es concepto

no sólo peruano, sino común a los pueblos de cultura 'tem–

plaría'; véase la frase de Herrera ·

"estaban persuadidos que

había buelto la tierra lo de abaxo arriba"

referida a los Tza–

catlecos de México, y las otras

"commota est terra"

y

"virtutes

coelorum commovebuntur"

de las Escrituras

(Ps.

XCVI, 4

y

M atth.

XXIV, 9 respectivamente). En otras palabras, el ver–

dadero objeto es la crisis que afecta al Mundo o al Tiempo,

y

no otra cosa: ese período relativamente breve que, anun··

ciado por signos celestes o

portenta,

se manifiesta con toda

su cruel naturaleza de suspensión de la vida y del calor, por

medio de la obscuridad:

tutayaq-pacha,

o tiempo de tinieblas

según Juan Santacruz Pachacuti Yamqui. Tampoco está

ausente en

Pachakutiy

la acepción de

kutiy

=

'desteñirse',

'perder color', con lo que su concepto se acerca a la substancia

del vocablo

Dammerung

en sus combinaciones propias de la

terminología escatológica del Norte Europeo.

Pero, del mismo modo que este interludio vital tiene dos

momentos principales, que son:

1

o,

el hundimiento en la ti–

niebla y en el Khaos en su principio,

y

2°, el surgimiento de

l.a nueva Edad en su terminación, con el renovarse del sol

y de los astros que 1as fuentes medioamericanas llaman 'el