P., expresión mítica
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violenta, y uno de sus elementos
(1
8 ),
de cuyo equilibrio se
componía el cosmos, desborda sobre los demás con todo su
poder destructivo".
El valor exacto del término
Pachakuti (Pachakutiy ),
en
todas sus acepciones principales y todas las modulaciones
secundarias, de ningún modo pudo ·ser captado por persona
alguna que hubiese quedado extraña al sistema de ideas que
acabamos de ilustrar en forma muy ceñida.
Pachakutiy,
en el aspecto físico, es una de las calamidades
o. cataclismos que cierran las 4 Edades: diluvio, pestilencia,
hambre, guerra y mortandad, y acabamos de ver, en el prin–
cipio del párrafo, los nombres especiales que recibe cuando
depende estrictamente de los 4 elementos. En esta acepción
cósmica intervienen los valores que ambas sus partes guardan
en la frase: 'la Tierra se trastorna o convulsiona', y comple–
mentariamente 'El Tiempo, o la Epoca se trastorna', que es
transposiciót:J. de la primera en el plano cronológico.
En el aspecto jurídico, estas catástrofes representan la
san~ión
de una ley moral, lo que hace obvio el tránsito de
la vida física al terreno ético y religioso, contenido en la ver–
sión 'castigo de Dios', que no es etimológica, pero surge de
un nexo mental indisoluble. Que el alcance de este concepto
no fuese local, sino provisto de un amplio sentido cósmico,
lo vemos en Guaman Poma, en el pasaje que asegura que el
castigo
"no solo alcanzo a este reino",
sino a todo el mundo;
del primer libro; el texto guatemalteco lo de3cribe con intensa eficacia
dramática; véase la traducción en
Religiones de América
No
l.
La leyenda
peruana se lee en la exposición de FRANCISCO DE AVILA:
Idolatrías,
cap. 3,
y en MONTESINOS:
Memorias,
cap. VIII. En cuanto a las documenta–
ciones plásticas de dicha creencia en el Perú, hemos analizado sus repre–
sentaciones en los frescos del templo anexo a la pirámide de la luna, en
Moche, en nuestra Memoria ya mencionada, editada en Lima, 1939.
( 18 )
Véase la sucesión canónica de las 4 destrucciones por Tierra,
Aire, Fuego y Agua en
Rel-igiones de Am§rica
No 10, págs. 192-3.