P., expresión del lenguaie
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aproximación puramente externa, o asonancia, a la voz qhé–
chwa
pachakutícheq,
la única que puede autorizar la traducción
personal y transitiva: 'el que trastorna o trueca al Mundo'.
El mismo error será repetido mecánicamente cincuenta años
más tarde (1653 ), por Cobo, quien guarda a un tiempo la
forma
Pachacutec
y la versión transitiva y personal.
En un solo Cronista se encuentra la forma legítima qhéchwa
que anotamos, sin adulteraciones de importancia, y es en la
prosa de Guaman Poma, quien escribe
Pachacuti
las más
veces, luego también
Pachaquti
(págs. 107 y 108, última línea),
pero en la página 46 emplea la forma
Pachacutichic,
trans–
cripci6n de
pachakutícheq,
participio presente del verbo
pa–
chakutíchiy,
'hacer que la tierra se trastorne o trueque'.
¿Tuvo Guaman Poma conciencia del valor exacto - di–
ferencial - de ambas formas, la neutra y la transitiva? Es
ésta una pregunta de tal interés, que no será perdido el tiempo
que dediquemos a aclarar qué entendía Poma por substancia
conceptual de esos vocablos.
En la página 94 de su
Nueva Coronica
está dicho que 'en
tiempo del ynga', esto es, durante el Inkanato, se produjeron
"muy muchos milagros y castigos",
de los que nos queda el
testimonio en los cerros y peñas derrumbados, y no se usa
relatarlos en particular, sino referir en conjunto
'toda la suma',
cuyo efecto. fué un trastrueque de la tierra - que se dice
pacha,
agrega Guaman Poma-
''por eso el castigo de dios
le llaman pachacuti".
Importantísima es la conclusión del
Cronista
"y anci algunos reyes fueron llamados pachacuti",
orac~ón
que por una parte comprueba la multiplicidad de
los Pachacuti en la lista de soberanos,
y
por la otra su corre–
lación directa con las calamidades
y
cataclismos que según
la creencia india sacuden de trecho en trecho la existencia
del planeta.
Un comentario positivo
y
confirmativo de ambas propo–
siciones se encuentra en la biografía de Pachakuti Ynga Yu-