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pas diferentes; después vienen los platos substanciales, nunca

menos de cuatro: cobayas, pollos, pavos, cabritos o corderos

copióíSam·ente regados de chicha.

'Cuando se han calmado así el hambre y la sed, harpas,

violines, guitarras y tambores anuncian el baile tradicionaL -

El padrino de la novia inicia la danza: con ella: Frente a

frente, a uri metro de distancia el uno del otro, agitando un

pañuelo con la punta de los dedos, retroceden y avanzan

zapateando le·v·emente .sobre la hierba, se buscan,

se

e,s.qui- -·

van, .se cru·zan, hasta que la música acelera el fandango y

le da fin.

·

Los

desposados~..

mismos han de bailar tres veces durante

el festín. Otras parejas los imitan hasta muy avanzada la

no~he.

Naturá.l·m·ent·e, se canta

~el

yaraví. He aquí uno que

habla de un marido infiel:

'~No

llores, mi paloma, - la fuga de tu amado. - Vol–

verá ·el ingrato - atraído por el recuerdo de la que amó.

- Pero, -¡ay!, río que vienes de Jauja, - te ·deslizas eterna ..:'

'

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mente sin retroceder jamás.- ·Oomo tú, cuando yo me mar-

che,- será para

ñ-o

volver.- ¡.Oh, sí, q'Uié bella, qué hermosa

.es - la vida del .soltero! -

Engarst~da

está en oro y perlas.

- En cambio, qué triste y desgra·ciada es - . la existencia,

del casado. - Engastada está' en plomo y a-cero. - Qué

. pláctda y envidiabl·e es - la vida del viudo. - D·e o.:ro y

'-plata está adorna;da. - Tú, flor de habas,

mit~d

blanca y

negra, - ta;l como el corazón de este mozo, - con dos

amores. - ¡Viva la manzana! - Su jugo ·es dulce al pala–

dar.- ¡Afortunadamente,- pues este mundo es tan amar–

go! - · Y tií, ·estrellita del firmamento, -

prést~me

tu luz, -

pues la vida en

~este

mundo no -es más que ndche oscura."

Y las festividades se prolongan durante una s-emana en–

tera.

Er

último día, las tazas de greda que han s-ervido de

copas, s-e vacían por última vez; en

segu~d:a.

cada uno lanza

la suya lo más alto que puede. Al _caer .sobre las pi-edras y

romperse en mil pedazos, esos objetos de a-rciHa se convi·er–

:ten en el símbolo de l·a fragílidad y brevedad de los goces

terrenal·es.

,

No obstante la fe de e:

s.to.sr

indígenas, su ignorancia res-

-pecto a la esencia

mis.ma

del .sacramento es absoluta. ·En

la aldea de Acos.tambo, un joven quichua se ac·erca al mi–

sionero;

dese~

unirse ·

-a

una

muj.er

casad-a ya por otro

sacer-dote. ·Como el Pa;dre se opone a sus pre·ténsione.s re-

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