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gena: sin la cadeniHa, el sacramento mismo no tendria valor

alguno.

-..J

·un día, en nuestra igl.esia, un padrino olvidadizo des–

cuidó este detaHe. El novio murmuró rabiosamente durante

toda la celebración del Santo Sacrificio,

y

una vez-en la calle

se dirigió hacia su padrino, lo llenó d.e injurias

y

regresó

sin más .a su choza gritando a quien _quería oírle que

su

matrim.anio no valía. Gran

e~moción

·en el séquito. Padres,

amigos, parientes

y

padrinos van a contar el desastre al

misionero, que

se

~presura

a ponerle remedio. Envía un

.mensa:je al furibundo indígena, invitándolo para el dia si–

guiente a otra misa, durante la cual se le hará, ·sin fal:ta,

donación de la dichosa .cadeniHa. Se hizo así,

y

el banquete,

cel€br.ado ·con un r.etaxdo de veinticuatro horas,

:no

fué por

esto menos alegre. Los grandes trozo-s de carne suspendidos

de los árbol-es para presiervarlos de la voracidad· de los perros

y

z.prros ladrones, fueron descolgados

y

asados entre gran

•l

olgorio

y

con abrundancta de ·Cantos.

A la salida de la iglesia, los i

nvitados

rodean a la f.eliz

pareja,

y,

por :medio de ·espinas

y

alfiler.es,

.les

pr~enden

cin–

tas de todos colores a la cintura, al pecho, en el vestón,

les hombros

y

el

sombr~ero.

·OUar¡do la brisa agita estos im-

'

provisados adornos, los recién desposados sonríen. orgullosos.

""

Una cuadrilla de flautas

y

tambores precede el desfile

hasta ·la choza del maTido. Bajo una amplia ramada, cons–

truida ·especia-lomente para la ocasión, se instalan todos como

-para un picnic.. Se ha dispuesto una mesa florida

par~

los

héroes de la fiesta, pero no permanecen mucho rato en

sus

asi,en

tos.

Ma~eados

por ·esos lujos desacostumbrados, no tar–

dan en sentarse en el suelo ·con los de·más invitados.

S.~gún

la .costumbre tradi·ci-onal, han

ge

comer en el mismo plato,

para ·Consagrar así su vida en común.

La etiqueta quichua impone que .en esta ocasi-ón el es–

poso obsequie a

su

compañera con pequeño-s presentes, ge–

neralm·ente comesttbles. Se los ofrec·e al senta:rse a la mesa,

pero :es

~costumbre

que la joven los

r~eh

use .cat·egóri-cament·e

~1

principio,

y

sólo los a·cepte al cabo de los ruegos reiterados

de.l ·cónyug·e. 'En ·el .fondo de ·esta a·ctitud se

oculta una

perv-e;rsa int'€nc'ión. 'P.ues, así, .en el caso de un pos;ibJe rom–

pimiento, ella podrá probar, con este gesto., que no /amaba

realm·ente a su

esposo,

y

conseguirá, de este modo, más fácil–

'mente la separación judicial.

¡Qué f·estin panta.gruélico! Se sirven

p~imero

stete so-

as

1