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forzadamente por ella y sus hijos. Respetarás a tus abuelos

y v-enerarás a tu.S antepasados. Serás si-empre un buen ve–

cino". El iniciado promete observar puntualment·e el de–

cálogo nupcial,. dictado antaño por el dtvino inca. Pero, ¿será

fiel a su esposa? A fin de grabar mejor este precepto i-m–

portante en el corazón de su protegido, el -padrino le arranca

bruscamente el poncho y la ·camisa y le aplica en la espalda

desnuda tres vigorosos latigazos.

·

A su turno, el padre ·se coloca frente a su heredero, le

dirige idénti·ca exhorta·ción y lo azota en la misma forma,

dándole así, en ·cierto modo, el .espaldarazo de "la orden -

matrimonial". Los gritos y lamentos del flag·elado son garan–

tía de su sinceridad

y

de ·su excelente 'conducta en el futuro.

Luego toca a la novia comparec,er ante su madrina de

bodas. Recibe ·el mismo sermón, subrayado por los mismos

latigazos.

Para se-car las. lágrimas

y

olvidar el s:Nplicio, las dos

'

.

.

-

familias pasan la noche j:unto a una alegre fogata, conver-

sando amistosam,ent·e y bebiendo numerosas jarras de aguar–

diente.

Al alba ya los testigos están levantados

y

prontos a

- partir ha•cia la aldea, a menudo muy lejana, para ·c·elebrar

allí el matrimonio civil

y

r·eligioso.

· En

cierta~

regiones del Sur, las cosas

se

llevan a cabo

con menos rodeos. Pongamos el caso de un quichua núbil

que

se

ha prendado _de

~.-una

vecina y está resuelto a des–

posarla. Habla de ello

~eón

sus

padres y les pide que le pus–

quen un padrino. Si és.tos

s~e

oponen al proye.cto, el mucha-

' cho procede entonc·es por su cuentaf haci,endo caso omiso

' de sus

progenitores ~

B:usca é1 mismo un padrino, l:e da una

jarra de chicha, un .tazón de greda

y

lo comisiona para que

hable con la, elegida de su coraz6n. Para acercarse a la her–

mosa, el

m~ensajero

busca una ocaslón de verla a solas; en–

tonc-es el nuevo Eliecer susurra al oído de esta Rebe-ca

~el

nombve de su enamorado

y,

sin

a·gr·~gar

más, le o'f.re.c.e el

-- tazón neno de cp.icha. Si .la joven lo aoepta

y

lo vac·ia de

un trago, su gesto .se interpreta .como un consentimiento;

pero si 1o r.e.chaza, todo ·está perdido. ·Todo se ha·ce en si–

l·ert·cio, pero este rito e·s es·encia;l, según el

indíg~ena, pa~a

la

l.e.gitimidad de la unión. :

*

Junto a estos preparativos

y

preli'minares semipaganos'

e inmorales,

Se

observa el verdad·ero matrimonio cristiano.

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'