Table of Contents Table of Contents
Previous Page  395 / 430 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 395 / 430 Next Page
Page Background

zos al cielo

y,

mirando a la tórtola, no ·encontraba palabras

con qué expresar su gratitud.

-Llévame contigo -le dijo ésta-, pero déjame en

li–

bertad, y cada día, cuando brille en el firmamento

~el

lucero

de

la II?-añana, te desperta·ré con mis trinos:

¡

urpai. .. , cu–

cuy ... , tanrane!

La

bruja

castiga-da

Hubo una v·ez, ·en }!as altas planicies de los -And-es, úna

prolongada se{luía, que trajo como conse-cuencia una horri–

ble . hambruna. ¡,Sólo las langostas ·encontraban qué com·er

en los campos!

Sin embargo, un día, dos esposos quichuas descubrieroR

un poco de maíz, pero en cantidad tan

~esc·asa

que resol–

vieron guar.darlo y comérselo cuando sus dos hijos pequefios

estuvieran ya durmiendo.

1

,

.

.

A eso de· medianoche, la india dijo a su

marido~

en

-voz baja:

-¿Dónde está la fuente · para tostar el maíz?

-Yo sé dónde

~encontr.a:rla

-le r·espondió su marido.

-Y nosotros sabemos d-ónde ·está la

cuch~ra

para re-

volverlo ... -dijeron a coro los dos niños, completamente

despi-ertos.

Este hecho

cont:r~arió sobr~emanera

a su.S

ha~nqrtento.~

pa–

dres, que no retr-ocediendo ante el -crimen; de ·común acuer–

do,

a~costaron

a los inoc·entes dentro de un montón de paja,

los amaTraron y fueron a arrojarlos ·al río

qüe

pasaba por

las proximidades ·de su ehoza.

1

·

1

La corriente los :arrastró como una pajue1a

y

luego

fué

a depositarlos, dulc:emente, ·en la orilla opuesta. Sanos

y

salvos, los niñO.$

se

deshi-cieron de sus ligaduras

y

treparot].

por los acantilados. Después siguieron hacia arriba las ver–

ti-entes de las montañ·as

y

al

terce~

día llegaron a la cabafia

de una anciana bruja, llamada A·chiqué, quien los acogió con

aparente be:o.evolencia.

Después de darles de cq.mer, arreglóles una cama sepa- .

radam·ente:

a

la n.ifi.a en una galerfa, dentro de una hamaca

de cañas,

y

al muchacho en el suelo, cerca del hogar. _

Un ·poco antes del ·amanecer, la ·chica se despertó

y

oyó unos débiles gemidos: era su hermano.

-Abuela -preguntó

a

la vieja.:-, .¿qué le estás hactendo?

- · Estoy

espulgándolo -contestó ésta.

Pero al poco rato volvieron a oírse los quejidos. Enton-

390