-Estoy royendo un trocito de pan que m·e· dió mamá-... ;
espera un poco. ,
Lo
que estaba royendo no era pan, sino el cordel cuya.s
1
últimas fiblia.s se cortaron precipitando a la bruja en el
vacío, donde
se
hizo pedazos en el suelo ...
Entr·etanto, los niños subieron _y- subieron ... , hasta
que
lLegaron al país de las nubes, donde vivieron libres y feli–
ces para siempre.
Triste fin de un fatuo
·Glerta vez, el zorro oyó decir que una gran fiesta
s.e
celebraría en ·el cielo,
y
sintió deseos de asistir a ella.
Se dirigió hacia la caverna donde habitaba un gtan cón-
dor
y
le dijo:
·
...
. ..:.__¡Compadre,
v·en~o
a pedirte que .me conduzcas hasta
el cielo. Va a habe·r. una gran
fi~esta ~allí
y me han invitado
para -tocar la guitarra. Oom<?
yo
no tengo alas, quisiera ·que
tú me llevaras ...
___,con mucho gusto
-r~espondió
el cóndor-; pero
te
advierto .que el via}e· será difícU; . el ci·elo está lejos y
tú
pesas bastante. T·e llevaré, pero si me prometes pagarme,
a la vuelta, con dos llamitas tiernas, para desayunarm€ con
ellas.
-Sí, sí. No sólo te entregaré dos, sino cuatro, si éstas
son tus ganas.
.
__
. Cerrado el trato, ei .zorro cogió ¡a guitarra con el hoci–
co
y
saltó a lomos del cóndor, donde se agarró firmemente
con las cuatro patas; éste,
po~
su par
1
te,
de un solo vuelo
llegó hasta las puertas mismas d·el paraíso.
~Golpeó'
·el zorro
y
apareció .el portero, que se mostró
muy sor.prendido a la vista de
estos
viajeros
·de
·especi·e des-
conocida.
·
-¿Qué deseaJ;I, amigos míos? -preguntó, intrigado.
r
---Soy .
un músico éxperto
y
vengo a tocar ante los espí-
ritus celestiales -replicó audazmente el animat
La proposición no desagradó a1 viejo portero y los , hizo
pasar.
Una vez que -estuvo en m·edio. de los espí-ritus del cielo ,
el zorro -ej-ecutó una marcha popular que los divirtió mucho ,
y
en prem'io l·e sirvierqn ún burbujeante néctar que le llenó
de entusiasmo. Orgulloso de
SJI
éxito·,
se
puso de nuevo a
tocar
y
a bailar.
1
Al atardecer, el cóndor manifestó deseos de volver a
•
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