Cuando desean volver loco, idiota o ·paralitico a un in–
dividuo, o simpl·emente hacer que éste contraiga una enfer–
medad det·erminada, emplean más o menos los mismos pro–
cedimientos: ha·cen un muñ·eco de trapo_
y
en seguida le
hunden una espina en el
1
ugar donde desean que se localice
el mal. Si no
p~·eden
ocultarlo en el colchón o almohada de
la persona ob}eto del odio ' o de la venganza ajenos, lo me–
ten en un agujero de la pared de alguna casa o de una ca-
, verna.
Las indias burladas o -celosas ta·mbién recurren a las
brujerías para v-engarse d·é su:s rivales: en up. tiesto ponen
un r-ollizo sapo
y
un puñado de maíz; cuecen todo junto,
pulverizan la mez·cla,
y
pr·eparan una infusión ·Que deslizan
secretamente en la copa de su víctima durante el trans–
curso de un banquete o de una fiesta.
Los resultados no se ha.c·en esperar: todo el cuerpo de
la infeliz se cubre de manchas blartquiz;cas, -rojas, amora- .
tadas, denunciando así, a los ·ajos de todo el mundo, su in–
famante conducta. Solamente las- ancianas curapdera.s stOn
capaces de libertarla de este m-al, m•ediante sudorífi,cos.pre–
parados con ,ingredientes secretos.
A veces, estos maleficios consisten en fenómenos extra- .
ños e inexplicable:s.. ·Conoz·camos uno de ellos, ocurridtO hace
más de treinta años. En Huallipampa existe un ·caserío den–
tro de una. profunda quebrada;
y
·en un sitio próximo se
levanta un verde
y
frondoso inga, a cinco tO seis metros de
una choza. En la época a que hacemos referencia ·estaba
encantado
y
allí ocurrían estos sorprendentes hechos: de
entre las raíce:s del árbol, como desde ·el cráter de un vol–
cáJn, grandes pitedras eran disparadas a
1
l e¡s:pacio e . iban a
caer sobr'e el techo de la casita, sin quebrar una sola teja,
o bien .sobre las g·entes· que por allí pasaban, sin causarl·es
daño
a~guno.
Una tarde, la familia contó estos repetidos
y
misterio–
sos sueesos a un foras·tero de paso por el lugar, ·quien los
escuchó con maniftesta incredulidad. D1e repente, éste se
.sin~
tió cogido por una/ fuerza extraña que lo lanzó hacia afuera,
como a 1:1na brizna de paja, teniendo así la evidencia de
que no se trataba de fantaslas de
1~
imaginrución.
D'e:.spués de muchos mes,es, un exorcismo hecho por nues–
tros misiort€ros terminó par·a siempre con el embrujo
y
sus
terroríficas manifestaciones.
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