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una .llama sagrada. objeto de la veneración pública, se agre–
gaba otra cruz, para representar el c :ordero de Dios. Se exa-
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geraron las cosas, hasta el extremo de celebrar una de nues-
tras ceremonias litúrgicas, en honor de a1gún . santo o de
N
:u
estro Señor, el mismo día en que había de desarrollarse
una solemnidad pagana. Como el telón de fondo, por de–
Cirlo así, permanecía inalterable,
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alma fanática del qui–
chua no pudo olvidarlo jamás.
La maniobra era hábH, en cuanto permitía al indio la
transmisión de sus errores a las verdades evangélicas; pero .
sus consecuencias, sin duda a-lguna imprevistas, fueron fa–
tales para la raza indígena: er hecho de mezclar una
y
otra
cosa en el c·erebro obtuso del indio tuvo por resultado im–
pedir a los "hijos del Sol" ver .con claridad
y
detestar las
a.bominaciones de
su
idolatría. ·
Esta confusión, transmi-tida a través de las edades, per–
siste en la actualidad, aunque
al.goatenuada, en las gene–
raciones modernas.
*
En la época de los incas, las ceremonias oficiales de su–
perchería estaban ·en manos de ' los ar}Í:Spices.
Cinco indios mantenían inmóvil a la
victi~a,
vuelta
hacia el lado d·el sol. El vergugo, cortando por lo sano, abría
e"t flanco derecho del ani·mal
y
arrancaba de un solo golpe
la masa vi&cera-1. Si los pulmones seguí:an palpitando por
largo rato, era considerado como buen augurio para el por–
venir de la nación; cuando éstos o el corazón se mostraban
despedazados o d·eformados a causa de al·guna enfermedad,
era mal presa.gio. Era también consid-erado de mal agüero
que el buche de la bestia se rompiera cuando e·l sacerdote
sopl1aba _dentro; o .que las llamas echadas sobr,e el altar s-e
escaparan de manos de los ayudantes encargados de suj e-
- tarlas.
Los brujos abundaban. Para aumentar su fa-cultad de
·clarividencia, se
~ubrían
el cuerpo
0011:
una espesa capa de
ungüento, obteni.P,o _mediante_la trituración de una mezcla
de hierbas, gusanos e insectos. En
segu~da,
se encerraban
en un antro donde bebían una>coic-ción de orna·ma
(datura
sanguinaria),
que subi·endo hasta el cerebro, tenía lá virtud
de iluminar el ·espíritu con visiones
s~brenaturales._
Cuando salían de la caverna, ·con la cabeH·era -enma–
rañada
y
el rostro desfigura-do po:r; horribl-es pinturas
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