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titánicos realizados por ellos, hace seis sl.gios, en favor de

la agricultura.

Otro de los éxitos que los honran es

~el

haber inculcado

a la :raza 'gui,chua

~el

amor a la

'ti~

er.ra,

la "Gran Amiga", que

para el os era una diosa y que, según hemos visto, sus des–

cendientes veneran aún.

·

-

!.Pero ~

¿cuáles son

~esas

obras grandiosas? Ante todo, fué

preciso crear campos cultivables en la cordillera, y para

esto

~e

prepararon convenient·emente las pendientes abrup–

tas y salvajes que descienden desde las cimas hasta el valle .

.Los incas hicieron. cónstruir grandes muros de :retención, en

piedra, que dividían ·el declive en lonjas de tierra la·b:rantía.

Desde la ventana de¡_

tr~en

cóntemplo estos huertos en gra–

das que aun

~existen

en :abundancia

~en

··el valle del Rímac. -

Desde el' pie de lo-5 muros graníticos, bañados en su base

por las aguas azul-verdosas del río, ascienden casi hasta la

cima

roco~a

de la montaña; por sobre más de dos mil me ...

tros de altura, se estiran

y

se deslizan .entre las rocas, a

lo largo de cualquier faja angosta .de tierra, y a

ve~ces,

se–

gún los accidentes del terr·eno, avanzan

y

sobresalen por .en–

cima de los abismos.

1

Mucha.s de estas gradas se explotan aún en nues_tros

días~

allí donde el nacimiento de una vertiente facilita la

explotación, o bien que un pequeño canal conduz,ca ·el agua,

que desciende de uno en otro huerfo ·en delgado hilo de

agua. Pequeños rectángulos, de apenas

60

a

100

metros cua-

-

drados a veces, veo lucir su verde .esmeralda en

~medio

del

amarillo ·oscuro de otras tierras estériles y requemadas./

.Más abajo, en el valle, ·se ven toda clase de figuras geo–

métricas trazadas por' los muros, .e.rigidos no .sólo para di–

vidir las proptedade:s, sino a fin de conservar el más tiem–

po posible el agua fertilizante.

Escalones tallados

~n

plena roca o en el- t·erreno pedre-

goso conducen de una a otra meseta.

.

1Se ha calculado

el~ largo

de estas gradas, obra de varios

siglos. Oolo·cadas una junto a otra, las que aun .subsisten

formarían una muralla de

101

_metros de alto por

500,000

ki–

lómetros de largo, más de doce veces el meridiano terrestre.

Y

si se agregaran a esto las obras que el tiempo ha demo–

, lido completamente, se llegaría fácilmente al doble. Induda–

blem-ente, constituye esto un monumento prodigioso.

'Pero no bastaba con preparar campos de tierra labran–

tia: era· preciso también asegurarl-es una irrigación suficien- ·

.

.

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