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acabo de llegar. -
Vin~
sobre las alas del viento. - Llegué
aqui empujado por la lluvia. -. Acabo de llegar."
CAPÍTULO VI
Ritos funerarios
Los ·quichuas paganos ·creían en la inmortalidad · del alma.
Según sus cr•eencia:s, ésta erraba durante cierto tiempo por
la tierra, recogiendo sus re·cuerdos, visitando los diferen–
pes
lugares de su pasada existen·cia, para lo cual nec·esita–
ba, por consiguiente, de alimentos
y
reposo. Finalmente,
un día su destino ,se· fijaba para siempre.
Para los justos exiiStían tres moradas eternas: -el Sol se
reservaba a los incas
y
a la familia imperial; un espacio
aéreo -entre cielo
y
tierra correspondía a los nobles
y
jefes "
de provincias; un· valle terrenal, para el
simp~·e
pueblo.
En
estos diversos parailsos la felicidad consistía en no sufrir,
en no ha·cer na<Ia
y
en com·er a su gusto
y
antojo: una
especie de Edén epicúreo.
En cambio, los malos
y
los. pícaros de toda clase -eran
relegat9~os
en un lugar oscuro, sitio de sufrimientos
y
pri–
vaeiones, :de sed
y
de hambre; culebras, sapos e insectos
constituían su único alimento.
Junto a esto:s dogmas fundamentales, otro.s secundarios
completaban la doctrina sobre los difunto.s. Se creí.a que
'
.
,
ciertas a-lmas regresaban al mundo
reencarn~das
en cual-
quier criatura animada; m·etempsicosis bienhechora para
-los
vivos a quienes estos espíritus tenían a bien aparec·érseoles a
veces. Otra:s almas, las más perfectas, se transformaban en
..
estrenas
y
·formaban el séquito del sol; dicha suprema que
alentaba a pariente.s
y
amigos a llevar una vida ordenada _
y
visitar
con
frecuencia ¡a sepultura de estos muertos, de–
positando sobre eUa floridas ofrendas.
-De estas
c~eencias
emana el culto a los antepasados,
· tan arraigado en el corazón
y
las costumbres de la raza;
de aquí la -constante preocupació:q. de preservar a los ·cadá–
veres de la corrupción.
*
Este estado de censervación se obtenía por dos medios: el
emhalsamamiento de los _cuerpo·s
y
la elección de la sepul–
tura. La momificación se ·conseguía por d-iferentes procedi-
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