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jo - que arrojas a cualquier rincón. - Pero cuando te duela
el calzado nuevo, - .volverás ·en bu.sca del zapato viejo."
He aquí a un g!
"acio.soque hac-e despliegue de humoris–
mos ... quichuas: "Si fues-e yo una chinchilla montañ·esa,–
me ocultaría en el hueco de alguna roca- e.s·carpada.- De.sde
allí, a la .vista de una joven belleza, . - lanzaría mi dulce
llamada..- Al paso de una viuda, -cruzaría las manos .en
un gesto de compasión. - . Y at divisar en mi camino a una
casada, - regreiSaría rápidamente a .mi escondriJo." ·
Algunas de estas c.anciones contien·en diálogos entre' jó–
venes parejas.
Citar~ .
una por lo pintoresco de sus frases:
El
mozo:
"Cauce siempre verde, - adorno de la ribera, -
préstame tu sombra, - hasta la partida. - ¡Ay!; ini
ado~
trada no vlen·e ... "
La joven:
"H.em-e aquí, he cruzado .•cua–
tro ríos, :__ cinco con el Marañ·ón, - en busca de aquel que
es mi tesoro, -
el
amor de mi corazón ... "
El
mo~o:
"'¡Oh,
qué corazón tan sensible! - ¡Qué corazón tan incierto! -
Ayer ·me dijiste .que .sí; .- ¡hoy me dices que no!"
La
jove·n:
"¡Mira! Las chimeneas del volcán··echan un humo - que
inmediatamente
se
disipa.- Así son los hompres. ._ cuan–
do nors dfcen tiernas frases, - no son más que humo que
el viento
se,
lleva."
El
mozo:
".¿Lo ves? Entr·e los cuernos de
la luna, -
se
encuentra colgado un pañueJo nuevo. - Está
marc·ado con tu nonibre, - bordado junto al mío."
Luego ·es un joven indíg·ena viajero que regresa a la al–
dea y que una joven v-ecina no reconoc-e.
E1
la interpela bajo
el nombre alegórico de un pájaro de las montañas:·
'~¡Heme
aquí por fin de vuelta! - H.e
lleg~do
con la lluvia, - h·e .
llegado sobre las alas del .viento, - ¡heme aquí por fin de
r·egreso! -¿·Qué ti·enes, Jacakllito?- ¿Qué haces sobre esas
rocas? - Gritas "jiau jau" todo el dÜ1. - Desde esas pa–
redes de granito, - Jacakllito, cantas "jiau jau" de la ma-
,
ñ.an.a a la noche.- ¿'Por qué me pr:eguntaiS a cada· instante
- de dónde vengo y de dónde soy? - Mira es·e j ar.dín,. allí
en la colina: -allí nací yo,- entr·e rosas .
Y.
claveles.-
~n
medio de flores viví. - ¿!Bor qué ·m·e miras de reojo - y de
pies a cabe2ia?- Examiname bien.- ¿No me conoces acaso?
- Todo el mundo sabe en la aldea -' que hemos vivic;lo
- juntos, - que juntos cam'inamos, - y que yo abotoné · tu
·corpiñ.o. - Mírame bien. ¿No me .conoc-es acaso? ·- ¡Oh
martes de ca·rnaval! Contesta a mi pregunta: - ¿Por qué
camino Hega -el dios de la 'Cuaresma?- ¿S·e ·encuentra ya
en las cercanías, - o ·está lejos aún? - Lo ignoro, pues
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Sol.-10
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