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bles, C·ón si·mulad9 arrepentimtento, van en
segui~a
a pedir
la bendición del sacerdote.
En ciertas .r·egione.s, lo principal de la fiesta lo cons–
tituye una corrida de toros a todo ·campo, a lo largo del
recién limpio canal, una verdadera cacería.
Finalm·ente,
se
reparan los puentes suspendidos he,chos ·
de maguey, úni,cos que existen sobre . ríos y torrentes. Los
indios de la' región acampan a la intemperie a orillas d:e la
corriente, y durante una sem·ana tej-en los
ca.b~es
y
prepa- ,.
ran las tablas necesarias. Con ·estd forman una pasarela.
li–
viano y sólido a la vez. Las fiestas y jolgorios habituales
animan
los
trabajos.
*
En las locaUdade.s más
importantes~
los quichuas gustan de
repetir los antiguos cotillones incaicos. Es así como el día
de la F.iesta de la Raza pude •Contemplar uno ·cuya de&cil'ip–
ción doy a continuación:
Unas diez pequeñuelas avanzan en fila, cantando acom-
. pañadas de
un~
orquesta indígena; ·en seguida eje·cutan una
ronda ráptda y capri-chosa. En ese momento se presentan
los
muchachos, en número igual, gritando a voz en cuello
alegres .saludos.
.
Los dos grupos se colocan entonces en semicírculo, uno
frente al otro, y el coroo femenino interpela a
los
compa–
ñ.eros con estos versos alegóricos y modulado.s a compás:
'"'El río ha traído en su corrient·e el primer maíz maduro,
- p·ero él mismo no lo ha probado y tampoco lo ha estro–
peado."
"
Es
una velada galantería, en la que ·comparan .a los ale–
gres mozos con ·el maíz precoz y aun intacto. Al mismo tiem–
po, es un cumplido que dirigen a su propia pudorosa- reserva.
Pero, con más audacia,
ellos
replican c·on la misma en–
tonación: "El río trajo también la ma.nzana .silvestre del
altip~ano,
tan deseada- por todos, - y en su corriente tam–
bién el maíz más ex:quisito, dorado y tan cotizado. - ¡Ah,
qué bello es el fruto silvestre! ¡Qué bello es e1 maíz! De-
searía yo, como el río, .Poder llevarlo conmigo!"
.La alusión amorosa, lejos de disgustar a las
don~ellas
comparadas al dorado maíz, las aUenta; se extienden enton–
ces en fila e inician una danza circular y ondulante, que
los mozos imitan en sentido contrario, tratando . ellos de
cruzar las filas, mientras ellas esquivan los eneuentros.
Es
un bellísimo espectáculo.
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