cielo defectuoso. A la audición, este FA+ suena a igual distancia del
FA natural y del FA so,teniclo. Ha de notarse también la doble simetría
aparente que caracteriza las dos series que forman esta escala (esto es,
prescindiendo del +) ".
La escala anotada difiere mucho de la deducida por Béjar Pacheco,
quien adjudica al instrumento la siguiente sucesión de sonidos: DO, MI,
SOL, SI b, SI, MI. FA, SOL, SI, DO, RE. Por mi parte he obtenido
esta otra escala: DO
1/:,
MI, LA
1/:,
SI, un poco bajo sin llegar a SI b;
MI, ele igual característica, FA, SOL-, SI-, DO, RE. Confieso que
he hecho sonar Jos tubos repetidas veces, confrontándolos con el corista,
y el resultado fué siempre el mismo. La discrepancia entre las tres
versiones es verdaderamente alarmante. Sin embargo, estoy aún en la
firme creencia ele que la mía no es tá sumamente equivocada, y que la
desafinación de las notas SI
5 ,
Mla, Sla, obedece a defectos ele construc–
ción que luego habría sido corregido por el método correspondiente
que he expuesto en la página 43 y siguientes. Creo necesa rio, con esta
ocasión, insistir en que la producción ele sonidos en los tubos ele la
antara, es variable, pues, se modifican según la intensidad del soplo y
la posición del instrumento (véase la pág. 72 y siguientes). Pero tal
procedimiento es posible realizarlo solamente en la ejecución de melo–
días ele movimiento lento, siendo imposible en las que requieren cierto
virtuosismo, por lo cua l Ja afinación
correspondien~e
tiene que verifi–
carse en el mismo instrumento, alargando o acortando el tubo con la
masilla a que he hecho referencia en el capítulo qu e trata ele la afinación
de las antaras. Por es ta razón conceptúo que la discrepancia entre las
escalas obtenidas sucesivamente en el mismo instrumento, obedezca,
posiblemente, a la forma en que los ou·o5 autores hayan realizado el
examen respectivo, con desconocimiento ele las circunstancias anotadas.
De todas maneras, en ningún caso prese nta el instrumento en cuestión,
una escala definida ,
y
yo no he encontrado una sola melodía que pudiera
corresponderle; por tanto, supongo que este ejemplar, por lo demás cui–
dadosamente manufacturado, tenía también su complementario corres–
pondiente, cuya organización es imposible determinar con exactitud.
El señor Sas ha examinado tarnbién la antara N9 3-6783, asignimdole
la siguiente esca la: RE
b~,
FA,, SOL b::;, LA b;;,
LA~.
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