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11-

Revista del Museo Nacional: Tomo XI Y.

despedazándose, etc. Es pues, una neurosis colectiva, una

Huac:J-neul'osis,

como le llama–

mos; nueva p ru eba de la fragilidad del sistema nervioso de! indi o pri mi ti

vo,

de su psiquis–

mo, frente a los traumas morales que derivan del no cumplimi ento de us ritos.

. E sta Hu aca-neurosis, o hi steri a colec ti va, ti ene que ver con las epidemias de posesos

que por la misma época existlan en la Vi eja Europa. Antiguamente, en la Edad Media,

existlan los exorcismos públicos, acompañados de grandes o pequeños ataques de hi steria.

Se hablaba entonces de demon opatía hi stéri ca, en que jugaba rol prin cipal, la su gesti6n

y la auto-sugesti6n. Y se cuenta como qu e San I gnacio de Loyola curaba a estos posesos,

y de c6mo Rubens inmortaliz6 este poder de sugesti6n del magní fi co santo (1).

En e! fondo, estos posesos y poseídos, son sujetos que padecen de histeria, o mejor,

de monopatia hi stérica, creyéndose qu e e! diablo habitaba el cuerpo,

desen cade~ando

la

gran neurosis. Igu al caso que en las Hu aca-neu rosis, que acabamos de describir, en que los

indios supersticiosos, creían que el ídolo o hu aca, se había posesionado del , uj eto, desenca–

denando la neurosis.

Si revisamos la literatura médica de la Edad Média, encon tramos esas dan zas in–

coercibles, la saltomanÍ a o locura saltatoria, en qu e centen as de miles de personas, eran

tomadas por es ta especie de epidemia nervi osa, producto d e la sugesti6n. Estos salt6ma–

nos formaban grupos organizados, no como los fl agelantes, sin o unidos por la simpatÍ a mor–

bosa. La danza duraba hasta el agotamiento, tomando ya un aspecto alegre, ya uno melan–

c6lico. En otros casos, como entre los itali anos, tomaba un tipo frenético, no perdiendo el

lado estético.

T ambién entra aquí el diagnc;stico de histeri a. Esta gran neurosis fu é mu y frecuen–

te en la Edad Médi a, pues era la época social, propicia a maravill a, para el desarroll o de

sus variados sÍntomas. -Es esta atm6sfera oe movimiento, la qu e adoran los hi stéricos. La

sugestibilidad y la auto-sugestibilid ad, es la ca racteristica de estos casos, encontrándose

a menudo fen6menos de desdobl amien to de la personal idad.

Acabamos de ver c6mo era la danza enfermedad, la saltomanÍa o corea epidémica.

P ero en muy diversas formas interesa al médico etn610go la danza.

Frazer (2) dice que la danza es la expresi6n artística del homb re primitivo en rit–

mo y movimiento, en un a palabra, en la exteriorizaci6n de su es t ado de ánimo. Así es tudia

las danzas de las mujeres cúando los hombres van a la guerra, para que cresca el cáñamo,

para que haya lluvia,

alreo.eo.

or de los árboles sagrados, alrededor de las hogueras, para fer-

(1).-

SZUMO~

SKI,

W.-Névro s

e.J'

el

psychoses au Moyen age et au debut des T emps

Modernes. Le Courrier d'Epidaure. P

(1

1"\

S ,

1937.

(2).-

FRAZER, SIR GEORGE.-La

rama D Jra da. M éxico, 1943.