DICCIONARIO FOLKL.ORICO DEL PERU
o que el rey había salido con bien del romadizo ...
Por eso, los limeños, en lugar de -decir :
vísperas de
1nucho
y
día de nada,
decían:
¡cajón de España!
CAJETA DE
BRINGAS.-¡Eso tiene entripado! ¡Eso.
tiene miga!-
exclaman en Lima cuando quieren expresar
c1ue en un asunto, hay algo más que la apariencia. En Tru–
j
illo -en idénticas circunstancias- dicen:
-¡Eso es cajeta
de Bringas!-·
Hallándose el General San Martín en Chancay, Don
Pedro Estela -acaudalado español que residía en Lambaye–
que- envió al virrey que residía en Lima, dps mTI onzas de
ero sellado escondidas en cajetas de magnífico
Bien
'NI
e
Sabe
de loche.
.
Según el Dr. Nico1ás Rebaza, el conductor de las caje–
tas ué un vivísimo
ua.ma~ug¡uino llamado Don José Brin–
gas, quien
IJe
ó al campamento de San MarHn haciéndose ·
o
co
evciante en duloes y aguardientes.
a :f:ué muy bien reci ido en el -:rtmpamento, obse–
quio
ar
:unas cajetas -sin rellemo pm· supuesto- al
mi~mo
S..an Martín, y siguió a Lima donde. entregó las onzas al
v1rr.e .
¡
Quién le hubiera dicho
a
San Martin -cuando desde
sn escritorio de Mendoza tramaba las j'ügarretás que hicie–
ron caer a Marcó del Pont-· q\le un humilde huamachuqni–
no le iba a ganar la mano algún día
!...
Tomen nota pues, los argentinos,
de
que aquí
--en
el
Perú-
hubo quien le robara los huevos al águila!
1
CALDO
Il>
E
ALH.AJAS~-·
N
o
necesita·
Ud. caldo
de
alhajas
=-equivale,
en
Arequipa,
a
decir que la palabra de
una persona es suficiente
garantí-a.
Con
el
objeto de asegurar el pago de sus altísimos hono–
ntrios;
las·
brujas arequipeñas
píden
alhajas
a
sus die11tCs.
ha•<:::iéndoles
saber que las ·necesitan para
c9nfeccionar
ló 'que
ellas l1larn:an
mftdo
rdJe
·
wliha~cu.
.
Demits está .
ha:c~r.
pr~sente
·
q,tte
Íos·.
dientes no
vuelven